El cadáver de James Brown sigue sin ser enterrado
El cuerpo del músico estadounidense permanece embalsamado en su casa de Beech Island a la espera de que la familia llegue finalmente a un acuerdo sobre la herencia.
El cuerpo del músico estadounidense permanece embalsamado en su casa de Beech Island a la espera de que la familia llegue finalmente a un acuerdo sobre la herencia.
Tres semanas después de la muerte de James Brown, una sucesión de escándalos y viejas disputas parecen haberse aliado para impedir que el rey del "soul" encuentre el descanso eterno.
Y es que toda la pompa y el dolor que siguieron a su muerte, el día de Navidad, a los 73 años, parecen haberse desvanecido y están dando paso a todas las cuentas pendientes entre la familia que Brown nunca consiguió controlar en vida.
El último conflicto llegó tras conocerse que la última mujer de Brown, Tomi Rae Hynie, y el hijo de ambos, James Jr., no están incluidos en la herencia del artista.
Los otros seis descendientes de Brown no reconocen a Hynie como la
esposa legal de su padre, ya que, cuando contrajeron matrimonio, en 2001, ésta todavía estaba casada con otro hombre.
Pese a que el enlace anterior quedó finalmente anulado, Hynie y Brown no volvieron a casarse para formalizar su unión, lo que cuestiona su validez a ojos del abogado del músico, Buddy Dallas.
Los descendientes de Brown han puesto incluso en tela de juicio que James Jr. sea hijo del artista.
En la lectura del testamento, que tuvo lugar el jueves, no estuvo presente Hynie, pero su abogado, Robert Rosen, ya ha anunciado que llevará el caso a los tribunales para reclamar el porcentaje de la fortuna que cree le corresponde como viuda.
Hynie, de 36 años y antigua corista del músico, se encontraba internada en una clínica de rehabilitación para desintoxicarse de su adicción a los analgésicos cuando murió Brown, autor, entre otros éxitos de "I Feel Good" o "Get Up (I feel like being a sex machine)".
Mientras una multitud de familiares y abogados revolotean en torno a su ataúd, el cuerpo de Brown, permanece embalsamado en su casa de Beech Island (Carolina del Sur) a la espera de que lo entierren.
Encerrado en un féretro sellado, se espera que la familia anuncie el lugar donde finalmente será construido el mausoleo que albergará sus restos.
La casa permanece custodiada las veinticuatro horas del día por agentes de seguridad y el ataúd está dentro de una habitación a una temperatura controlada.
Las puertas del hogar fueron cerradas por el abogado de Brown tras la muerte de éste, por lo que Hynie no ha podido entrar a despedir al hombre al que acompañó durante los últimos años de su vida.
Pero las pasiones que provoca Brown, incluso muerto, no acaban sólo en su legado económico.
El pasado lunes, en Alabama, un hombre disparó a un amigo suyo en el abdomen después de que una discusión entre ambos sobre la altura del genio musical subiese de tono. (EFE)