Con un concierto en Santiago y otro en Concepción, el español Joaquín Sabina retomará sus presentaciones en Chile, luego de sus últimas visitas acompañado de Joan Manuel Serrat. En esta ocasión, "500 noches para una crisis" será un espectáculo que rescatará íntegramente su disco "19 días y 500 noches", algunos clásicos, novedades y hasta la proyección gráfica de dibujos realizados por el artista.
En conversación con Cooperativa, Sabina reveló que él solo pensaba volver a girar y que la elección del emblemático álbum fue una casualidad. Un día alguien puso el disco en su casa, algo que dijo no es usual porque "en casa no se ponen mis discos, en casa se pone buena música", y ese simple hecho lo reconectó con la génesis de la placa.
"Lo hice con 50 años, es el último disco de los años de pasión disparatada. Hasta los 50 arrastré mi loca juventud, luego vino el ictus, la depresión, y vino la vuelta a una cierta calma para poder seguir estando vivo. Pero recuerdo las noches y los días en que lo escribía con una especial intensidad, eso es las 500 noches. Y para una crisis es la feroz crisis que está viviendo Europa" dijo Sabina.
La situación europea y en particular la española es un escenario que el músico observa con detención, sobre todo, tras el nombramiento del rey Felipe VI. "A mí me gustaría no verle futuro (a la monarquía) porque sí me parece un déficit democrático y una institución medieval y anacrónica que tiene más que ver con la herencia de la sangre que con la elección de los ciudadanos. Yo siempre me he sentido republicano, como republicanas son las repúblicas hermanas de Latinoamérica, entre ellas Chile" recalcó el músico.
Su polémico paso por Tel Aviv
Sin embargo, no sólo Europa da que hablar para Sabina. Hace algunas semanas la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) hizo un llamado a boicotear su paso por Tel Aviv, situación que el músico ya había enfrentado en 2012 cuando llegó a la ciudad a actuar junto a Serrat.
"Solo fui a cantar con una amiga y desde luego nadie puede quitarme la curiosidad de conocer "in situ" las cosas que suceden. Y además, a lo mejor con bloqueos de tráficos de armas, o con bloqueos políticos, incluso con bloqueos económicos alguna vez en algunos lugares puntuales y desde luego con bloqueos culturales y artísticos nunca me encontrarán de acuerdo" comentó.
Más allá de las tensiones, Sabina explicó "yo lo pasé muy bien aunque fueron uno días delicados porque fueron esos días en los que secuestraron a esos tres chicos que luego aparecieron muertos. Yo no vivo en una burbuja, yo vivo en la realidad" aclaró el músico. Sabina agregó que los comentarios, críticas y defensas que recibió a partir de su visita y que se difundieron a través de las redes sociales sólo llegaron a sus oídos gracias a terceras personas pues no utiliza estos medios en los que asegura "hay más ruido que nueces".
"Ese comunicado que hicieron los pro-palestinos; yo soy tan pro-palestino como ellos y mis amigos de la izquierda israelí que son los que me invitan a ir a Tel Aviv son bastante más pro-palestinos que los que hicieron ese comunicado. Todo lo que escribieron era verdad, excepto que se olvidaron de decir que el dinero que ganamos Serrat y yo en aquel concierto en Tel Aviv lo dimos para Unicef" recordó también el español.
En este lado del mundo, en tanto, también ha habido algunas complicaciones para Sabina. Su esperado debut en Bolivia fue cancelado hace algunas semanas luego de que el Ministerio de Culturas de ese país decidiera no producir el espectáculo. ¿Las razones? El músico dijo no conocerlas y sólo comentó que espera que el show se concrete en un futuro muy cercano porque "no sé cuantas giras más voy a hacer".
¿Pensando en el retiro?
Cuando recién emprende una nueva gira por distintos rincones del mundo Sabina no sabe cuántas más realizará. ¿Está acaso pensando en retirarse de los escenarios? "llevo pensándolo hace 40 años" dijo el español entre risas. "Y es que tengo familia y mis músicos tienen familia y hay que trabajar!" agregó con humor.
Lejos de la ficción del retiro, Sabina prepara su reencuentro con Chile, país al que dice querer mucho y al que incluso apoyó en su paso por Brasil 2014. "Cuando Chile, justamente, derrotó a esa España agónica de fin de ciclo de un modo tan amargo, yo y muchos españoles fuimos con Chile, hasta que Chile también cayó. Pero yo creo que Chile ha hecho un espléndido papel y no hay ningún español que piense que fue inmerecida esa victoria de Chile contra España" comentó.
Este reencuentro con el público local, será la oportunidad para repasar los grandes éxitos del músico, para descubrir algunos "garabatos" que hizo para proyectar sobre el escenario y para conocer el nuevo material que está preparando y que aún no ha sido registrado. "Una de las cosas que más me excita sobre el escenario es tocar canciones que la gente no conoce" admitió.
Y como sus últimas visitas fueron junto a Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina reconoce que aunque igual extrañará a su amigo, también está contento de volver en solitario. "Salir al escenario con el maestro cuyas canciones cantaba yo en el metro de Londres con 20 años era muy emocionante, pero por otro lado también me descargo de responsabilidad porque yo que soy muy culposo y salía siempre al escenario con miedo de defraudarlo a él y al público".
Joaquín Sabina presentará "500 noches para una crisis" el 27 de agosto en el Movistar Arena y dos días después llegará al Suractivo de Concepción. Las entradas para los conciertos están a la venta a través de Puntoticket.