"Tuve que bombear su estómago muchas veces", declaró Grace Rwaramba.
Sostuvo que el "rey del pop" era influido por una secta islámica heterodoxa.
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| Según la mujer, Jackson nunca dimensionó su regreso a los escenarios. |
Grace Rwaramba, quien trabajó 17 años para Michael Jackson y ejerció de niñera de sus tres hijos, reveló en una entrevista la adicción del cantante a los fármacos y su contacto creciente con la secta islámica heterodoxa Nación del Islam.
En declaraciones recogidas por el diario británico The Sunday Times, Rwaramba, de origen ruandés, explicó que a menudo tuvo que "bombear" el estómago del artista después de haber consumido un cóctel de medicamentos.
La asistente, de 42 años, regresó el sábado de Londres a Estados Unidos, donde espera reunirse con los tres hijos de Jackson y donde también será interrogada por las autoridades como testigo, en relación con la muerte del "rey del pop", el pasado jueves.
La niñera realizó una triste descripción del cantante en sus últimos meses, en los que al parecer llevó una vida nómada, de hotel en hotel, sin ser consciente exactamente de su situación financiera e ingiriendo muchos compuestos químicos.
"Tuve que bombear su estómago muchas veces. Siempre mezclaba tanto", declaró Rwaramba, añadiendo que "hubo un periodo en que estaba tan mal que no dejé a los niños que lo vieran... siempre comía poco y mezclaba demasiado".
La niñera, quien empezó a trabajar para el artista como secretaria, explicó que una vez llamó a la madre y una de las hermanas del cantante, Katherine y Janet, respectivamente, para que persuadieran a Michael y dejara la drogodependencia.
Pero, según el periódico, Jackson lo consideró una traición y la despidió, lo que al parecer hizo en varias ocasiones, la última en diciembre, aunque la ruandesa continuó haciendo visitas a los niños Prince Michael Jr., de 12 años; Paris, de 11, y Prince Michael II, de 7.
Influencia de secta islámica
Sobre los 50 conciertos previstos para este verano boreal, Rwaramba señaló que el cantante no era consciente de los compromisos que adquiría y que nunca dimensionó lo que significaba su gira de regreso en Londres, programada para julio de este año.
"¡Cincuenta actuaciones!. Le dije: '¿Pero qué estás haciendo?', y él me contestó: 'Sólo he firmado por 10'. No sabía lo que estaba firmando. Nunca lo supo", relata la asistente.
Además, Rwaramba comentó que Jackson estaba cada vez más bajo la influencia del grupo religioso-político con sede en Chicago Nación del Islam, una escisión del islam tradicional dirigida a la población negra que tiene controvertidas creencias, como que esta raza es superior.
Según la niñera, la secta hizo creer a Jackson que el alquiler de su mansión en Los Angeles costaba 100.000 dólares al mes, pero ella está convencida de que el precio estaba engrosado y era hasta cuatro veces superior al de otras residencias similares en la zona.
De acuerdo con la información publicada por el diario, el grupo le proporcionaba guardaespaldas y supuestamente había intimidado a casas de subastas que habían tratado de vender sus objetos.
"Michael no tenía ni idea sobre dinero", aseguró la mujer, relatando que una vez el fallecido artista aceptó una propuesta para hacer una aparición en Japón por un millón de dólares y que "después de que todo el mundo tomara su parte, se quedó con 200.000 dólares".
