El cantante ofreció un show completo, a pesar de mostrar signos de que aún no está completamente recuperado.
Más de 10 mil personas vieron al "sol de México" en Santiago.
21:30 horas y cayó el telón negro que hasta ese momento ocultaba todo lo que estaba montado sobre el escenario. Pero Luis Miguel no hizo su ingreso enseguida. El cantante se dio un tiempo para calentar los ánimos de las fanáticas que en ese momento repletaban el Movistar Arena, mientras su banda hizo una intro que repasó varios extractos de sus éxitos en voz de su corista.
La aparición del "Sol de México", con su eterno bronceado y su cuidado peinado cargado al gel, vino de la mano de "Qué nivel de mujer", cuyo inicio se perdió entre los gritos del público, algo que le sirvió también para enmascarar el esfuerzo que puso a alcanzar sus tonos, en medio de una tos fugaz que amenazó con prolongarse.
Pero nada de eso, el intérprete continuó con un repertorio de éxitos indiscutidos, mejorando su desempeño y disfrutando también de que la audiencia de más de 10 mil personas coreara cada una de las canciones.
El temor por el estado de salud del mexicano no estuvo ausente, los comentarios por el tema se dejaban escuchar en la previa a la presentación. Hace un poco más de una semana el cantante canceló dos conciertos consecutivos en su país natal, tras 20 minutos adentrándose en el setlist. Todos sabían que Luis Miguel se está recuperando de una enfermedad complicada, una "rinofaringitis aguda", según especificaron desde la oficina que lo maneja. Pero las pausas prolongadas entre canción y canción no ayudaban a despejar la incertidumbre que dejó esos recientes episodios anteriores.
Aún así, hizo temas como "Suave", "Sol, Arena y Mar" y "Que tú te vas". Aunque fue modificando el listado de canciones que tenía presupuestado en un primer momento. Eliminó títulos y su contacto con el público no era más que con gestos. Pocas palabras, casi nada de interacción, más allá de animar a que cantaran las canciones.
Fue un concierto construido mayormente en base a medleys, justificado por la gran cantidad de éxitos, pero también por una búsqueda para acelerar todo lo que ocurría sobre el escenario. Un ejemplo: "Amante del Amor", "Fría como el viento", "Tengo todo excepto a ti" y "La incondicional", vinieron todas juntas en un solo paquete. Lo mismo ocurrió con otras tantas.
Pero la velada no se vio opacada. Luis Miguel se terminó de ganar absolutamente a la gente al hacer "Te Necesito" y coronarla lanzando rosas blancas a las primeras filas. Algo que complementó con una animada versión de "Cucurrucucu paloma", deslizando movimientos interpretados por más de alguna como "sensuales" y una patada al aire para rematarla.
Las pantallas mostrando videos con la peor calidad posible o gráficas de dudosa vinculación con las melodías que sonaban son tema aparte. Sin embargo, fue un espectáculo que se trató más de la música que de la parafernalia que acompaña a un artista. Luis Miguel pudo cantar y contentar a sus seguidoras, a pesar de que por momentos abusó del recurso de invitarlas a cantar para reemplazar su voz por los coreos. Finalmente, lo que hizo en una hora y media de show no fue nada brillante, pero cumplió. Ahora, el cantante se prepara para su segundo show en el Movistar Arena este martes, y el miércoles viajará a Viña del Mar para presentarse en la Quinta Vergara.
