Mötley Crüe pagó años de deuda con sus fanáticos chilenos

La banda estadounidense Mötley Crüe finalmente llegó, a 30 años de su debut, a un escenario chileno, con un show que repasó lo más relevante de su carrera y que incluyó apenas un tema de su último disco, de 2008.

Ante un Movistar Arena no a su máxima capacidad -12.000 personas, según la producción-, el cuarteto californiano abrió con "Wild side", en medio del dedicado grito "crüe, crüe, crüe".

Ya sin exuberantes coristas de antaño (reemplazadas por pistas grabadas), Vince Neil, Nikki Sixx, Tommy Lee y Mick Mars se las arreglan para entusiasmar a los nostálgicos de los 80, a los que eran más que adolescentes en los 90 y también a nuevas generaciones.

Y es que Crüe muestra con temas como "Shout at the devil", "Same old situation", "Girs, girls, girls" o incluso la balada "Home sweet home" la fórmula para hacer algo "duro", sin perder el sentido radial: todos los corean.

Fueron casi 90 minutos de concierto, cerrados por dos -otra vez- clásicos: "Kickstart my heart" y "Look that kills", es un show y lo hacen bien.

Alrededor de 12 mil personas disfrutaron del concierto en Movistar Arena.