Stone Temple Pilots saldó su deuda con sus fanáticos chilenos

Un lleno total era lo menos que se esperaba para el debut de Stone Temple Pilots en Chile, en el marco de la gira que los trae de regreso a los escenarios.

Aunque fue un repertorio sin sorpresas, el entusiasmo del público que llegó la noche del martes al Movistar Arena hizo que cada canción interpretada por Scott Weiland y compañía pareciera un regalo exclusivo para los chilenos.

El show comenzó con "Crackerman" y repasó parte de la interrumpida carrera de Stone Temple Pilots -separados entre 2003 y 2008-, con temas como "Vasoline", "Heaven & hot rods", "Cinnamon" y "Big empty".

Y aunque hubo momentos más altos, con la entrega de una bandera chilena al vocalista y una fan que se colgó de los brazos de Dean DeLeo, el momento peak de la noche vino de la mano de "Plush" e "Interstate love song", cuando el público coreó las canciones como si fueran himnos de una década.

Tras una hora y 20 minutos de show, la banda realizó una breve pausa para regresar con "Dead & bloated" y "Trippin' on a hole in a paper heart", cerrando un show redondo que, a pesar de dejar a atrás temas como "Creep", "Big bang baby" y "Days of the week", saldó una deuda de casi dos décadas con sus fans chilenos.