Samantha Geimer afirmó que está cansada y exige piedad hacia ella.
El caso se viene desarrollando por 40 años.
Una nueva etapa se vivió en el caso de violación por parte del director de cine Roman Polanski, aunque está vez, con un grito desesperado por parte de la víctima.
Samantha Geimer le exigió al juez Scott Gordon durante la comparecencia de este viernes en Los Angeles cerrar el caso y así poder seguir adelante con su vida.
Según cuenta Variety, la mujer dijo que "le imploro considerar una solución a este caso sin encarcelar a un hombre de 83 años".
"No hablo en nombre de Roman, sino de la justicia. Le imploro que lo haga por mí, por piedad hacia mí", agregó.
No es primera vez que Geimer declara de esta forma, anteriormente ya ha dicho que perdona a Polanski. "Está cansanda de este caso que lleva 40 años", apuntó
el abogado del cineasta, Harland Braun.
Este juicio se romanta a 1977, cuando Geimer acusó al director de El Pianista de drogarla y violarla cuando tenía 13 años en la casa del actor Jack Nicholson. El cineasta franco-polaco se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales", saliendo de la cárcel bajo fianza. No obstante, en 1978 huyó a Francia por temores a que el juez desconociera el acuerdo.
Desde ese año que no ha querido regresar a Estados Unidos por miedo a ser encarcelado.
