Luego de 65 años de historia, el restaurante Venezia, ubicado en el barrio Bellavista del centro de Santiago, cerrará sus puertas para siempre, principalmente como consecuencia del tráfico de drogas que existe en el sector.
Así lo confirmó Andrés González, integrante de la familia que se hizo con el local en 1955, cuando partió como una picada y bar de barrio, al portal gastronómico Viaje al Sabor.
La decisión fue por la suma de circunstancias que se han dado en el último año, primero con el estallido social y las constantes manifestaciones y hechos violentos en el sector, y luego por la pandemia de Covid-19, que los obligó a paralizar.
"Nunca ha parado de haber manifestaciones en la zona, incluso con las cuarentenas y toques de queda", explicó.
Pero nada le hizo más daño a este negocio familiar, emplazado en calle Antonia López de Bello con Pío Nono, que el microtráfico que ocurre en la zona.
"Desde hace dos años que se tomaron el barrio. Podías ver entre 10 a 12 tipos voceando la cocaína en la calle y eso afectó las ventas, que bajaron entre un 20 a 25 por ciento. Ahora con el levantamiento de las restricciones fueron los primeros en volver", contó.
Por ello, "el estallido se puede superar, lo mismo que el Covid-19, pero el narco no; eso fue lo que nos mató", sentenció.