El presidente de Asiana Airlines, Yoon Yong-doo, descartó que la causa del accidente del vuelo 214 siniestrado en San Francisco (EE.UU.) fuera una negligencia y aseguró que no hubo ningún aviso de emergencia antes del aterrizaje.
Yoon explicó que los tres pilotos que iban a bordo del avión "acataron las normas de vuelo", al tiempo que pidió perdón en nombre de la compañía a los ocupantes de la aeronave y a sus familiares.
El avión, un Boeing 777 con 307 personas a bordo (291 pasajeros y 16 tripulantes) procedente de Shanghai y que hizo una escala en el aeropuerto surcoreano de Incheon, se estrelló al aterrizar en el aeropuerto internacional de San Francisco.
A causa del incendio resultante dos pasajeras de nacionalidad china murieron y docenas de personas siguen hospitalizadas.
El presidente de la segunda aerolínea de Corea del Sur explicó en unas declaraciones recogidas por la agencia Yonhap que "los tres pilotos a bordo contaban con hojas de servicio que superaban las 10.000 horas de vuelo".
También consideró poco probable que el accidente se debiera a un problema en el motor, ya que éste fue sometido a una revisión a fondo en junio.
No obstante, antes de esa revisión, técnicos del aeropuerto de San Francisco, al que esta aeronave volaba con frecuencia, detectaron el pasado 2 de junio una fuga en dicho motor.
Yoon se negó a detallar los planes de la compañía al ser preguntado sobre si planea detener las operaciones de sus Boeing 777 hasta que concluya la investigación del siniestro.
Respecto a las dos víctimas mortales, la compañía tan sólo ha confirmado hasta el momento que se trataba de dos adolescentes chinas nacidas en 1996 y 1997.