En el asalto -realizado en la zona donde se produce la planta del opio- perecieron dos militares extranjeros, un estadounidense y un canadiense.
Al menos 34 personas murieron este miércoles, entre ellas dos soldados extranjeros, tras el ataque de presuntos rebeldes talibanes contra una base militar estadounidense en Helmand, en el sur de Afganistán, informaron fuentes militares norteamericanas.
Uno de los militares fallecidos es de nacionalidad estadounidense y el otro canadiense, añadieron las fuentes, que precisaron que los demás son supuestos insurgentes.
Las fuerzas de la coalición pidieron refuerzos aéreos durante el ataque, en el que en un primer momento perdieron la vida doce rebeldes, y los dos soldados.
El portavoz de las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos, Mike Cody, explicó que los enfrentamientos posteriores causaron la muerte a otros veinte supuestos insurgentes.
Al parecer, fueron destruidos dos refugios de los talibanes, donde se encontró un elevado número de armas y municiones, mientras la mayoría de los rebeldes huyó.
La región de Helmand es un foco de insurgentes, además de ser la región afgana con mayor producción de adormidera, la planta de la que se extrae el opio.
El general estadounidense Anthony J. Tata afirmó que "las fuerzas de la coalición lucharon con bravura y derrotaron a un número significativo de tropas enemigas".
"Estamos muy tristes por la pérdida de nuestros soldados y lloramos su muerte", dijo el portavoz militar, quien agregó que "sus esfuerzos, no obstante, serán recordados mientras la coalición luche contra el enemigo para eliminar el santuario terrorista en Afganistán". (EFE)
