Al menos dos civiles murieron hoy en un ataque suicida perpetrado con un aunto bomba contra un convoy de la OTAN cerca de un complejo residencial frecuentado por extranjeros en Kabul, informó a EFE una fuente oficial.
El atacante detonó los explosivos cerca del complejo Green Village, en el que suelen alojarse contratistas militares extranjeros durante sus estancias en la capital afgana, según afirmó el portavoz del ministerio afgano de Interior, Sediq Seddiqi.
Una fuente de la oficina de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) confirmó a Efe el ataque suicida contra un convoy de las fuerzas internacionales en Kabul, aunque dijo que no habían recibido ninguna notificación sobre víctimas.
Un portavoz talibán, Zabiulá Mujahid, reivindicó el atentado contra la ISAF y aseguró que un segundo ataque fue perpetrado contra el complejo residencial, donde según él se está produciendo un tiroteo entre los insurgentes y las fuerzas de seguridad afganas.
Aún lejos de la salida
Los talibanes también reivindicaron en su momento el último gran ataque contra Green Village, sucedido en mayo de 2012 en coincidencia con la visita del presidente de EEUU, Barack Obama, a Afganistán, en el que murieron siete personas y 17 resultaron heridas.
El atentado suicida contra la OTAN es el segundo de este tipo en el día de hoy, después de que en la provincia central de Parwán un motorista detonó los explosivos que portaba en un chaleco al paso de un convoy de las fuerzas internacionales.
Según declararon fuentes oficiales y de la ISAF a la agencia local AIP, el único fallecido en ese ataque fue el insurgente que se inmoló, mientras que dos civiles resultaron heridos.
El conflicto de Afganistán se encuentra en uno de los momentos más sangrientos desde la intervención liderada por EEUU que propició la caída del régimen integrista talibán hace casi doce años, mientras el país se prepara ahora para las elecciones del próximo abril.
Las tropas de la OTAN se están retirando desde 2011 de Afganistán y se prevé que la salida culmine en 2014, cuando la seguridad del país quede íntegramente en manos de las fuerzas afganas.