Hasta el momento se desconoce la autoría del ataque.
"El Gobierno y el pueblo afgano quieren acabar con la guerra y una vez más llamamos a los talibanes a detener su guerra ilegal", acotaron desde el ejecutivo afgano.
Las autoridades indicaron que la cifra de víctimas podría aumentar.
Al menos trece personas murieron y 95 resultaron heridas este domingo por la explosión de un auto bomba cerca de un cuartel central de Policía en la ciudad afgana de Firozkoh.
"Hoy hacia las 11:00 hora local, los terroristas detonaron un vehículo cargado de explosivos cerca de la entrada del Cuartel Provincial de Policía y de la Dirección Provincial de la Mujer", dijo el Ministerio del Interior afgano en un comunicado.
El vocero del departamento de salud estatal, Jumagul Yaqoobi, dijo que por el momento han recuperado "trece cadáveres y 95 heridos" en su hospital y precisó que el "número de víctimas no es definitivo y podría aumentar en las próximas horas".
La mayor parte de las víctimas son civiles, dijo el portavoz policial de Ghor Maroof Ramish, "aunque también hay miembros de las fuerzas de seguridad entre las bajas".
Por el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado, aunque el Gobierno afgano responsabilizó a los talibanes y advirtió de que este tipo de acciones dañan el proceso de paz.
"Este tipo de violencia y ataques continuados por parte de los talibanes suponen un serio desafío para el proceso de paz en curso", denunció el Palacio Presidencial en un comunicado, antes de condenar el ataque.
"El Gobierno y el pueblo afgano quieren acabar con la guerra y una vez más llamamos a los talibanes a detener su guerra ilegal y antiislámica (...) y aceptar la paz y un alto al fuego", zanjó el Palacio Presidencial.
Este ataque se produce en medio de las conversaciones de paz iniciadas el 12 de septiembre en Doha entre los insurgentes y el Gobierno afgano y otros representantes de la sociedad civil, para tratar de poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.
