Una tercera explosión tuvo lugar en Kabul este jueves, tras el doble atentado que dejó decenas de muertos y heridos en el aeropuerto, donde las fuerzas internacionales intentan evacuar a miles de ciudadanos afganos y extranjeros.
La nueva explosión en la capital afgana fue escuchada por numerosos ciudadanos y periodistas locales, según informaron luego en las redes sociales, y ocurrió pocas horas después del ataque en el aeropuerto internacional de Kabul, aunque por el momento no hay detalles sobre la magnitud del tercer ataque.
En tanto, al menos 12 soldados de Estados Unidos murieron y 15 resultaron heridos en el doble atentado y ataque armado fuera del aeropuerto de Kabul, informó el jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), general Kenneth McKenzie.
En una rueda de prensa en el Pentágono en la que intervino telemáticamente, el general dijo que se trató de un atentado suicida perpetrado por miembros del Estado Islámico.
Luego el propio EI reivindicó su autoría del doble ataque, según un comunicado de la agencia de información de los radicales, Amaq, difundido por sus canales de propaganda en internet.
En la rueda de prensa, el Pentágono advirtió que todavía hay "una serie de amenazas activas" contra el aeropuerto de Kabul. McKenzie, dijo que pueden ser desde un posible ataque con cohetes a un atentado con auto bomba.
El general afirmó que los talibanes han frustrado "algunos ataques" contra el aeropuerto.
A falta de detalles sobre la tercera explosión, producto del doble atentado previo en las cercanías del aeropuerto de Kabul más de 60 personas murieron y 150 resultaron heridas -cifras que siguen aumentando-, muchos de los cuales formaban parte de la multitud que intentaba alcanzar uno de los vuelos de evacuación internacional, según fuentes sanitarias afganas.
"Pese al ataque, continuamos con la misión", remarcó McKenzie, por lo que Estados Unidos mantendrá sus labores de de evacuación de Afganistán, a la vez que descarta enviar tropas adicionales a ese país.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha fijado el 31 de agosto como plazo para finalizar la evacuación de ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos del país tras la toma del poder por parte de los talibanes.
EL AUTODENOMINADO ESTADO DE KHORASÁN
En detalle, la rama afgana del Estado Islámico, que se autodenomina Estado de Khorasán, es el principal señalado por los atentados suicidas registrados hoy junto al aeropuerto de Kabul.
Su rama afgana en los últimos años ha perpetrado atentados principalmente contra la minoría chií y también se ha enfrentado a los talibanes y a las fuerzas estadounidenses, y que cuenta con cerca de 2.000 integrantes entre sus filas.
El EI emergió en Afganistán en 2015 al hacerse fuerte en diferentes puntos del país y creó su principal bastión en Nangarhar, zona fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países.
El grupo terrorista, compuesto en gran parte por antiguos talibanes, anunció su expansión en la región de Khorasán, que históricamente comprende zonas del actual Irán, Asia Central, Afganistán y Pakistán, y empezó a perpetrar ataques contra civiles, así como contra las fuerzas estadounidenses, afganas y pakistaníes.
Al igual que en Oriente Medio y en África, el EI no respeta las delimitaciones ni denominaciones de los países, y busca conquistar y expandirse en territorios más allá de las fronteras nacionales.
Sin embargo, a diferencia de las otras ramas del EI, especialmente las de Oriente Medio y las de África, estas últimas cada vez más activas, el grupo de Khorasán ha sido menos visible a nivel mediático al ser menos activo en internet y hacer menos propaganda.
Las fuerzas estadounidenses y afganas han conducido numerosas operaciones contra los yihadistas e incluso acabaron con la vida de su líder en julio de 2016, mientras que en junio de 2017 EE.UU. lanzó "la madre de todas las bombas" contra el bastión del grupo terrorista en Nangarhar.
También los talibanes han participado en operaciones contra el Estado de Khorasán, que estaba menos activo y casi llegó a ser erradicado en 2019, después de los "sucesivos reveses militares" a partir de 2018, según un reciente informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Sin embargo, la ONU ha alertado este año que desde junio de 2020, su nuevo líder, Shahab al Muhajir, "permanece activo y es peligroso", capaz de "reclutar talibanes descontentos y otros militantes para engrosar sus filas".
De acuerdo con el citado informe, el EI-Khorasan cuenta con entre 1.500 y 2.200 combatientes en la actualidad, principalmente en las provincias de Nangarhar y Kunar.
Las pérdidas territoriales y humanas del grupo durante las diferentes campañas militares en su contra han obligado a la organización a "descentralizarse" en pequeñas células que actúan de manera independiente en Agfanistán.