El hecho ocurrió luego de que agentes fronterizos paquistaníes negaran la entrada a acompañantes “innecesarios” de personas llegadas desde Afganistán.
Los enfrentamientos entre ambos países fronterizos son frecuentes y han cobrado la vida de muchos civiles que quedan atrapados en fuego cruzado.
El principal punto fronterizo entre Pakistán y Afganistán, el paso de Torkham, amaneció cerrado este lunes tras un intercambio de fuego que dejó a un soldado paquistaní herido, un suceso que llega en medio de una escalada de tensión diplomática entre ambos países.
El tiroteo, que se produjo en la noche del domingo, tuvo lugar en el principal paso de mercancías y personas entre Islamabad y Kabul debido a diferencias por la concesión de visas médicas para ciudadanos afganos.
"La situación tuvo lugar cuando las fuerzas fronterizas paquistaníes prohibieron la entrada de asistentes innecesarios (que acompañan) a los pacientes llegados desde Afganistán", dijo a EFE un oficial de seguridad paquistaní, que pidió el anonimato.
La fuente señaló que esta prohibición desató un tiroteo entre las fuerzas de seguridad de ambos países vecinos en la frontera, que se extendió hasta la mañana de hoy y dejó un soldado paquistaní herido.
Pakistán da prioridad a las visas médicas de pacientes afganos, debido a la escasa cobertura de las infraestructuras médicas en Afganistán y a la crisis humanitaria que atraviesa ese país, tras décadas de guerra y la llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021.
Pero el Gobierno interino de los fundamentalistas culpa por su parte a Pakistán de incumplir sus compromisos sobre visados médicos, por lo que aseguran que han cerrado el paso.
"El compromiso es sobre facilidades para el tránsito de pacientes y visitas, pero hasta ahora ha habido problemas al respecto, así que hemos cerrado la puerta por consejo de nuestros líderes", dijo a EFE el director de información y cultura de la provincia afgana de Nangarhar, Quraishi Badloon.
Los enfrentamientos entre ambos países en los más de 2.500 kilómetros de frontera que comparten son frecuentes. Un enfrentamiento en la zona fronteriza de Chaman dejó seis civiles muertos y 17 heridos el pasado diciembre, aunque los choques se remontan a antes de la llegada de los talibanes afganos al poder.
El cierre de Torkham es el último episodio de tensión entre Pakistán y Afganistán, tras una serie de declaraciones cruzadas sobre la presencia de grupos terroristas a la sombra de los talibanes afganos.
El ministro de Exteriores paquistaní, Bilawal Bhutto Zardari, afirmó el pasado sábado durante una conferencia sobre seguridad en Alemania que su país ya está experimentando un aumento de los ataques insurgentes, principalmente por parte del principal grupo talibán local, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP).
"Hay toda una sopa de letras de organizaciones terroristas que han estado y todavía están basadas en Afganistán", dijo Zardari.
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de los talibanes pidió ayer a Pakistán que no critique a Afganistán en foros internacionales.
"Aconsejamos a Pakistán que trate los problemas bilaterales cara a cara con el gobierno afgano, en vez de quejarse en conferencias internacionales", dijo el portavoz del Ministerio Exteriores afgano, Abdul Qahar Balkhi, en un comunicado.
