Estados Unidos confirmó este martes que los talibanes mataron recientemente al terrorista que ideó el atentado suicida del aeropuerto de Kabul, que en 2021 se cobró la vida de al menos 170 civiles afganos y 13 soldados del país norteamericano.
Según medios como The Washington Post o The New York Times, que citaron a cargos del Gobierno de Joe Biden, analistas de los servicios de inteligencia de EE.UU. descubrieron a comienzos de abril que el terrorista, un líder de la rama afgana del Estado Islámico (EI), murió en una operación de los talibanes en Afganistán.
La información fue posteriormente confirmada a EFE por el Pentágono, que compartió un mensaje de su portavoz, el general de brigada Pat Ryder, en el que asegura que "el conspirador del EI responsable de planear el ataque (...) murió en Afganistán a manos de los talibanes a comienzos de abril".
El portavoz remarcó que EE.UU. no participó en la operación que acabó con la vida del terrorista,y recordó que el país cuenta con "capacidades para monitorizar y desestabilizar al EI y a otras potenciales amenazas a nuestros ciudadanos e intereses".
Según The New York Times, funcionarios estadounidenses comenzaron a informar el lunes a las familias de los soldados que murieron en el ataque.
El ataque suicida en el aeropuerto de Kabul se produjo mientras el Ejército estadounidense llevaba a cabo una serie de evacuaciones tras el anuncio de la retirada de las tropas de Afganistán y el rápido avance de los talibanes.
En represalia, Washington mató entonces con un dron a dos miembros del EI en el país, aunque no especificó si se trataba de alguien que había estado involucrado en el ataque.
Últimamente, los talibanes han aumentado sus intervenciones contra el grupo yihadista en Afganistán. A pesar del repunte de las misiones, las autoridades insisten en el que grupo terrorista está bajo control y apenas supone un problema.
Desde el regreso de los talibanes al poder en Afganistán hace un año y medio, decenas de presuntos miembros del EI han muerto en operativos llevados a cabo por los fundamentalistas, en un intento por materializar las garantías de seguridad de las que presumieron antes de llegar al Gobierno.