El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su repudio a la quema del Corán que se efectuó en la iglesia Dove World Outreach de Gainesville, Florida (dirigida por el pastor Terry Jones) desatando una serie de protestas masivas en el mundo islámico.
"La profanación del Corán es un acto de intolerancia extrema", dijo Obama, extendiendo sus condolencias a las familias de las personas que han muerto en las protestas de los musulmanes en Afganistán.
"Los estadounidenses rinden honor a quienes murieron en el ataque contra las Naciones Unidas en Mazar-e-Sharif", dijo el presidente en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
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| Una veintena de personas ya perdió la vida en las revueltas en Afganistán. (Foto: EFE) |
Si bien Obama condenó "la profanación de cualquier texto sagrado", criticó al mismo tiempo la acción de "atacar y matar a personas inocentes en respuesta", que consideró como "una afrenta a la decencia y la dignidad humanas".
"Ninguna religión tolera la matanza y la decapitación de personas inocentes, y no hay justificación para tal acto deshonroso y deplorable", afirmó.
Once personas murieron el viernes, incluidos siete empleados de la ONU, cuando estallaron las protestas musulmanas por la quema del Corán en el citado templo de Florida. Otras nueve personas murieron el sábado en nuevas manifestaciones en la ciudad afgana de Kandahar.
El cuestionado pastor Terry Jones afirmó, por su parte, que no se siente responsable por la violencia emanada de su acto, que efectuó como un "homenaje" a los muertos del 11-S.