Aparato habría sido atacado por fuerzas integristas cerca de la frontera con Afganistán.
Vuelo supuestamente derribado iba sin tripulantes.
La insurgencia talibán aseguró este sábado que haber derribó un avión estadounidense no tripulado que sobrevolaba las áreas tribales paquistaníes, en la frontera con Afganistán.
Según los integristas, el avión espía volaba sobre la región tribal de Waziristán del Sur cuando un grupo de talibanes abrió fuego contra el aparato, que acabó estrellándose sin causar víctimas.
Aunque una fuente de las administraciones locales dio los mismos detalles sobre el suceso, ni el portavoz del ejército paquistaní, Athar Abbas, ni fuentes de inteligencia occidental pudieron confirmar el derribo.
Abbas se limitó a explicar que anteriormente ya se habían "estrellado" en territorio paquistaní aviones no tripulados de EEUU, aunque "siempre se había debido a una avería mecánica", aseguró.
No obstante, una fuente de los servicios secretos paquistaníes declaró que es "muy difícil" que el avión haya sido derribado por fuego insurgente, pues este tipo de aparatos vuela a gran altura.
Ataques estadounidense contra objetivos talibanes
Aunque los ataques de aviones espía estadounidenses contra objetivos integristas son habituales en las áreas tribales paquistaníes, el ejército no acostumbra a ofrecer a la prensa información sobre ellos.
Desde el pasado mes de septiembre, se han registrado en torno a una treintena de ataques y "los quince últimos han sido muy exitosos", ya que han golpeado "importantes objetivos", explicó una fuente de los servicios secretos paquistaníes (ISI).
Estos ataques suscitan un fuerte rechazo popular en dicho país y críticas por parte de las autoridades políticas, aunque fuentes militares y de inteligencia de este país han reconocido que existe un acuerdo tácito entre Pakistán y EEUU para llevarlos a cabo.
La senadora estadounidense Dianne Feinstein declaró recientemente incluso que estos aviones no tripulados parten desde una base aérea situada cerca de la noroccidental Peshawar para llevar a cabo los ataques, algo que el gobierno negó.
La porosa frontera afgano-paquistaní representa refugio para los miembros de la insurgencia talibán y de la red terrorista Al Qaeda y es considerada por el presidente estadounidense, Barack Obama, como un frente prioritario en la lucha contra el terrorismo internacional.
