Otros tres se encuentran en estado grave después del ataque en la provincia de Farah.
Civiles se ven constantemente afectados por artefactos explosivos.
Tres niños murieron este domingo y tres más resultaron heridos al estallar un artefacto explosivo que manipulaban en depósito de chatarra en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán, informó a EFE una fuente oficial.
El incidente ocurrió en la capital regional, según explicó el portavoz del gobernador de la provincia, Abdul Rehmán Zawanday.
La fuente explicó que los tres menores heridos fueron ingresados en un hospital local y que se encuentran en estado grave.
Miles de bombas, morteros y minas sin explotar han quedado dispersos en Afganistán desde la invasión soviética a finales de los setenta y a lo largo de las más de tres décadas que dura el conflicto en el país.
La insurgencia talibán recurre habitualmente a la colocación de artefactos explosivos improvisados (IED) para hostigar a las fuerzas afganas e internacionales.
Los IED acaban afectando muy a menudo a los civiles afganos.
