El gobierno de Burundi afirmó este miércoles que el intento de golpe de Estado ha fracasado, después de que un general del Ejército haya anunciado que el presidente, Pierre Nkurunziza, fue destituido tras las violentas protestas contra su candidatura a un tercer mandato.
"Ha sido un intento fallido de golpe de Estado", declaró el gobierno a través de la cuenta de la presidencia burundesa en Twitter, donde insistió en que "la situación está controlada".
La presidencia de Burundi realizó este anuncio poco después de que el general del Ejército Godefroid Niyombare asegurara, en una radio privada tomada por los militares, que Nkurunziza, había sido destituido.
A esto se sumó un comunicado en el que la presidencia anunció que las fuerzas de seguridad perseguirán a los autores del "golpe de estado fantasioso" contra el presidente Nkurunziza.
El militar aseguró hablar en nombre de un "Comité para el restablecimiento de la concordia nacional temporal", integrado por el Ejército y la sociedad civil con la misión, según explicó, de restablecer "la unidad nacional".
"El presidente Pierre Nkurunziza ha sido destituido de sus funciones. El gobierno se ha disuelto. Las Secretarías permanentes de los ministerios garantizarán su funcionamiento", declaró el general, sin precisar si se constituirá un ejecutivo de transición.
Niyombare anunció la destitución del jefe de Estado "por el bien de la nación" y "tras observar con desolación la violencia y el cinismo que caracteriza a Pierre Nkurunziza".
"Las fuerzas vivas de la nación deciden tomar las riendas de los destinos de la nación para atajar el clima de inconstitucionalidad en el que Burundi está inmerso", manifestó el general.
Ese anuncio se ha producido mientras Nkurunziza se encuentra en Dar es Salaam, la capital comercial de Tanzania, para participar en una reunión con los jefes de Estado de la Comunidad de África Oriental (EAC, en sus siglas en inglés), donde se buscará una solución a la crisis de Burundi.
Continúan protestas
Mientras tanto, las manifestaciones continúan en Burundi, especialmente en la capital, Buyumbura, donde este miércoles la Policía ha reprimido las protestas con gases lacrimógenos y disparos.
La candidatura del hutu Nkurunziza ha suscitado el temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.
Tras su independencia de Bélgica en 1962, Burundi ha vivido dos sucesos calificados como genocidio: la masacre de hutus por el Ejército dominado por tutsis en 1972, y el asesinato masivo de tutsis por hutus en 1993.
Ahora, son miembros de la oposición y familias tutsis quienes han comenzado a dejar el país, ante las informaciones que apuntan a la distribución de armas entre las milicias de jóvenes progubernamentales.