Las manifestaciones estallaron luego de las elecciones presidenciales, invalidadas por irregularidades.
Entre las víctimas hay un bebé de seis meses que fue atropellado con su madre.
La autoridad usó munición real y garrotes, reveló un informe de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos.
Un total de 37 personas -dos de ellas menores- murieron a manos de la Policía en las protestas contra la comisión electoral de Kenia durante los días posteriores a las elecciones presidenciales del 8 de agosto, informó este lunes la Comisión Nacional para los Derechos Humanos (KNCHR).
Dichos comicios fueron finalmente invalidados por el Tribunal Supremo por irregularidades en el recuento y la Comisión Electoral fijó una repetición para el próximo 26 de octubre.
Según el informe hecho público hoy lunes por la Comisión, entre las víctimas hubo un bebé de seis meses que fue atropellado por agentes de seguridad armados mientras estaba con su madre en el condado de Kisumu, en el suroeste del país.
El informe atribuye estas muertes a la Policía, que usó munición real y garrotes contra los manifestantes, dejando también docenas de heridos de diversa gravedad.
La KNCHR también denuncia que algunos oficiales del Estado utilizaron sus oficinas para sobornar a votantes durante la campaña electoral y que en muchos casos lo hicieron con bienes tan básicos como el pan o el agua.
Otro de los temas que destaca la Comisión es el uso que los líderes políticos hicieron del tribalismo como herramienta para movilizar votos, "contribuyendo al temor y al desaliento en algunas regiones del país" y que obligó a algunos kenianos a mudarse a zonas más seguras por temor a represalias.
La organización insta a las partes, tanto a políticos, como a la Comisión Electoral, policía y ciudadanos a respetar la ley y favorecer un proceso electoral justo, libre y creíble.
