Decenas de miles de islamistas -100.000 según los organizadores y la mitad según observadores independientes- se manifestaron en Rabat en solidaridad con Palestina, en una verdadera demostración de fuerza del movimiento semiclandestino Justicia y Caridad (JyC).
La marcha transcurrió durante dos horas por el centro de la capital en perfecto orden, con un servicio de seguridad propio y con una estricta separación de hombres y mujeres (todas ellas con velo), que desfilaron en filas perfectamente formadas.
Aunque había sido convocada por un recién creado "Comité de solidaridad con las causas de la Nación", quienes encabezaban la marcha eran la plana mayor del movimiento JyC, que de este modo dejó clara una vez más su poder de convocatoria.
Los manifestantes, llegados de varios puntos del país, evitaron toda alusión política interna y limitaron sus eslóganes y sus lemas a reivindicar la "liberación de Palestina" y la "limpieza de la Tierra Santa", así como a protestar por "el genocidio" en los territorios ocupados por Israel y a defender la memoria de los "mártires de la causa palestina".