Los "matrimonios coránicos", celebrados sin presencia de un juez y con el simple recitado de la "Fatiha" o versículo inicial del Corán, son ilegales a partir de hoy en Marruecos, lo que pone fin a un fenómeno que los distintos gobiernos no han logrado erradicar en varias décadas.
El Ministerio de Justicia recodó el fin de semana, que el 5 de febrero expiraba el plazo de legalización de esos matrimonios tradicionales, un periodo que se ha extendido una y otra vez desde el año 2004, cuando entró en vigor el nuevo Código de Familia.
En una intervención ayer ante la Cámara de Representantes, el ministro de Justicia, Mohamed Aujjar, no descartó del todo que se abra una nueva prórroga. "Si se pone de manifiesto que hay una necesidad, vamos a estudiar la fórmula y la forma de intervención", dijo.
Tradicionalmente en Marruecos, sobre todo en las esferas conservadoras y en el medio rural, bastaba con hacer una fiesta, ingresar una dote y contar con la presencia de dos notarios (de derecho musulmán) para que un matrimonio fuese considerado socialmente legítimo. Lo que ahora se considera ilegal si no posee un acta de matrimonio.
Tribunales Móviles
Con el fin de no dejar en la ilegalidad a los hijos nacidos de estas uniones tradicionales, el Ministerio de Justicia estableció los "tribunales móviles", que se desplazan por áreas rurales para llevar principalmente servicios de registro civil a la población más aislada y sin recursos.
Entre 2004 y 2013, los tribunales reconocieron de forma retroactiva un total de 185.000 matrimonios de parejas que se habían unido tras una sencilla ceremonia sin juez presente.
Encubrir el casamiento de niñas menores de edad
Organizaciones feministas han denunciado que el "matrimonio tradicional" ha servido en la mayor parte de ocasiones para encubrir el casamiento de niñas menores de edad, otro fenómeno que el Marruecos del siglo XXI no ha conseguido erradicar.
Las cifras hablan por sí solas: en los últimos años una media del 12% de matrimonios eran celebrados con niñas menores (40.000 cada año, aproximadamente).
El Código de Familia de 2004, que muchos consideran ya desfasado, prohibió las bodas con menores pero contemplaba excepciones: que hubiera un informe sicológico, otro de un asistente social y una intervención explícita del juez de menores avalando el matrimonio.