Las 279 estudiantes secuestradas la madrugada del pasado viernes en una escuela pública femenina del estado de Zamfara, en el noroeste de Nigeria, fueron hoy liberadas, según reveló el gobernador de la región, Bello Muhammad Matawalle.
"Me alegra anunciar la liberación de las estudiantes secuestradas de la Escuela de Secundaria de Ciencias del Gobierno de la ciudad de Jangebe, tras la escalada de varios obstáculos puestos a nuestros esfuerzos" aseguró el mandatario a través de la red social Twitter.
"Esta noticia nos trae una alegría abrumadora. Me alegro de que su terrible experiencia (de las estudiantes) haya llegado a un final feliz sin ningún incidente", dijo también a través de esta red social el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari.
Las estudiantes, que las autoridades cifraron inicialmente en 317, fueron capturadas el pasado 26 de febrero después de que un grupo de hombres armados - "cientos" según declaró un trabajador del colegio de manera anónima a la Agencia de Noticias de Nigeria - irrumpieran en el centro educativo sobre la una de la madrugada.
El suceso de Zamfara, que las autoridades atribuyeron a "bandidos" activos en el noroeste del país, se produjo apenas nueve días después del rapto a manos de hombres armados de 38 estudiantes y profesores de la Escuela de Ciencias del Gobierno en Kagara, en el occidental estado de Níger, que además estaba custodiada por guardias de seguridad.
OTROS CASOS Y ANTECEDENTES
Asimismo, el pasado 11 de diciembre, 344 alumnos fueron también secuestrados en una escuela en Kankara, en el estado de Katsina (noroeste), en un ataque cuya autoría fue reclamada por el grupo yihadista Boko Haram, que hasta entonces se limitaba a atacar en el noreste del país, si bien las autoridades culparon a bandidos.
El grupo yihadista fue creado en 2002 en Maiduguri (capital del estado nororiental de Borno) por el líder espiritual Mohamed Yusuf para denunciar el abandono del norte del país por las autoridades.
En aquel momento perpetraba ataques contra la Policía nigeriana, al representar al Estado, pero desde que Yusuf fue abatido por agentes en 2009 el grupo entró en una espiral de radicalización.
Desde entonces, el noreste de Nigeria está sumido en un estado de violencia provocado por Boko Haram, que busca imponer un Estado de corte islámico en este país, de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Durante su campaña, el grupo ha asesinado a más 27.000 civiles y ha causado cerca de dos millones de desplazados, según la ONU.