Saqueos y ataques a localidades de Nigeria dejaron 30 muertos
La mayoría de los fallecidos son ancianos y niños.
Los antisociales quemaron casas, ganado y almacenes de comida.
La mayoría de los fallecidos son ancianos y niños.
Los antisociales quemaron casas, ganado y almacenes de comida.
Al menos 30 personas fueron asesinadas por hombres armados que saquearon y quemaron dos localidades del estado de Katsina, en el norte de Nigeria, por motivos aún por determinar, informó este domingo la Policía.
El comisario regional de la Policía, Sanusi Buba, explicó que 21 personas fueron asesinadas en el pueblo de Tsauwa y otras nueve en la localidad de Dankar, la mayoría de ellos ancianos y niños, según publican medios locales.
El ataque se produjo el viernes por la noche, mientras se producía la llamada a la oración musulmana, cuando un gran número de atacantes en moto comenzaron a disparar en Dankar.
Quemaron casas, ganado y almacenes de comida, tanto en este pueblo como en Tsauwa, provocando el caos general y asesinando a una treintena de personas.
"Aún me sorprende por qué estas personas han cometidos estos actos terribles", explicó el comisario Buba.
La Policía arrestó el sábado a un hombre de mediana edad que se encontraba en posesión de bienes robados de las zonas saqueadas, según informó el portavoz de la Policía regional, Gambo Isah.
En estas zonas se han producido ataques para secuestrar personas y pedir rescate y también enfrentamientos entre pastores seminómadas y agricultores locales por disputas de tierras y muerte de ganado.
Los fulani, una etnia seminómada que profesa la fe musulmana, usan los campos de cultivo de los agricultores locales como pasto para su ganado, provocando conflictos y discusiones que se acentuaron en 2017, tras una ley que prohibía pastar a campo abierto, lo que irritó a unos fulani que se niegan a ser recluidos en ranchos.
A este factor se suma la degradación del campo por causa del cambio climático y la violencia yihadista en el norte y noreste de Nigeria, que ha obligado a los pastores a desplazarse hasta el sur, donde habitan los granjeros cristianos.