El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este jueves por unanimidad una resolución que autoriza el despliegue de una misión de paz en la República Centroafricana.
La resolución prevé el despliegue de una fuerza de mantenimiento de la paz de hasta 11.800 integrantes para intentar estabilizar al país, que sufre una grave ola de violencia e inestabilidad desde hace más de un año.
El embajador francés, Gérard Araud, cuyo país propuso la resolución, afirmó en unas declaraciones tras la votación que la cuestión clave ahora es "llevar los soldados al teatro de operaciones lo antes posible".
República Centroafricana tiene actualmente una misión de la Unión Africana (Misca), reforzada por unos 2.000 soldados franceses, mientras que la Unión Europea ha comenzado a trasladar un contingente que totalizará 850 personas.
La misión africana realizará el traspaso de la autoridad a la operación de la ONU (Minusca) el 15 de septiembre de 2014, y la nueva misión tendrá un período inicial de un año hasta el 30 de abril de 2015.
La República Centroafricana sufre una espiral de violencia protagonizada por milicias musulmanas, partidarias del exgrupo rebelde Séléka, y cristianas, las denominadas "Anti-Balaka", desde el pasado diciembre.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012 al considerar que el entonces presidente, François Bozizé, no había respetado los acuerdos de paz firmados en 2007.
"Un paso importante"
La capital, Bangui, fue tomada en marzo de 2013 por la entonces coalición rebelde Séléka, que asumió el poder en el país tras la huida del derrocado Bozizé.
Al final del pasado año, las milicias cristianas "Anti-Balaka" se alzaron contra los partidarios de Séléka, y contra la población musulmana en general, en represalia por los abusos cometidos por los rebeldes durante los meses que estuvieron en el poder.
Araud recalcó que, a pesar del "trabajo considerable" de la misión africana y de las tropas francesas, "la situación sigue siendo extremadamente precaria", lo que llevó al Gobierno francés a proponer al Consejo de Seguridad la creación de la misión.
El envío de la misión "es un paso importante" para poner fin a las atrocidades y los abusos de los derechos humanos, afirmó por su parte la embajadora estadounidense, Samantha Power, quien regresó esta misma mañana de un viaje por el país, en el que comprobó de primera mano "la urgencia crítica" de aumentar la seguridad.
Según la resolución, la crisis ha generado 760.000 desplazados internos y más de 300.000 refugiados (muchos de ellos musulmanes) en países vecinos, lo que a su vez ha causado problemas en países como Chad, Camerún y República Democrática del Congo.