Al menos dos personas murieron este sábado y 15 resultaron heridas cuando un convoy de cascos azules de la misión de las Naciones Unidas en el país (Monusco) abrió fuego en un puesto fronterizo entre la República Democrática del Congo (RDC) y Uganda, confirmó el Gobierno congoleño.
El Ejecutivo de Kinshasa "condena enérgicamente este incidente desafortunado con un recuento provisional de dos compatriotas muertos y 15 heridos", según un comunicado difundido esta tarde.
"Militares de la Brigada de Intervención de la fuerza de la Monusco que regresaban de un permiso abrieron fuego en el puesto fronterizo (de Kasindi, en la provincia nororiental de Kivu del Norte) por motivos inexplicables y se abrieron paso a la fuerza", reconoció la organización en otro comunicado.
Según la misión onusiana, los responsables del tiroteo fueron detenidos y se establecieron contactos con su país de origen -que no revelaron- para que se inicie un "proceso judicial".
Asimismo, el Gobierno señaló en un comunicado que "los casos azules implicados no podrán formar parte, por tanto, de los contingentes de la Monusco".
CRISIS SOCIAL TRAS PROTESTAS
El incidente se produce en plena crisis después de las protestas populares desatadas esta semana en varias ciudades del noreste de la RDC para exigir la retirada de la misión tras más de dos décadas de actividad, al acusarla de ineficiencia en la lucha contra los grupos armados que asolan esa región.
Las protestas empezaron el sábado y desembocaron el lunes en el asalto y saqueo de algunas instalaciones de la ONU en la ciudad de Goma, capital de de Kivu del Norte, para extenderse después a otras localidades como Butembo o Uvira (esta última en la vecina Kivu del Sur).
De acuerdo con datos oficiales, al menos 15 personas murieron, 12 civiles y tres miembros de la misión (un militar marroquí y dos policías indios, según la ONU), mientras los grupos de la sociedad civil hablan de 27 fallecidos y 58 heridos.
Precisamente este fin de semana el subsecretario general de la ONU para las operaciones de paz, Jean-Pierre Lacroix, se desplazó al país para abordar esta crisis.
"Deseamos que se cumplan las condiciones para que la Monusco pueda terminar su misión y dar espacio a otras formas de apoyo internacional", dijo el alto funcionario anoche desde Kinshasa.
PRESIDENTE LAMENTÓ LAS MUERTES
Por su lado, el presidente del país, Félix Tshisekedi, lamentó las muertes este viernes y confirmó que "un plan de retirada progresiva" de la Monusco está en marcha de cara a 2024.
La misión -cuyo mandato fue renovado para un año más por el Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2021- retiró el pasado junio a sus efectivos de la provincia oriental de Tanganica tras la reducción de la violencia en esa zona.
El este de la RDC está sumido desde 1998 en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de los soldados del Ejército, pese a la presencia de la Monusco, que cuenta con unos 14.000 efectivos.
ONU PIDIÓ INVESTIGAR A CASCOS AZULES INVOLUCRADOS
El secretario general de la ONU, António Guterres, "acoge con satisfacción" la decisión de su representante especial en la República Democrática del Congo (RDC) de detener y abrir una investigación al personal de cascos azules de la misión de las Naciones Unidas en el país (Monusco) que abrió fuego y dejó, al menos, 2 muertos y 15 heridos.
Naciones Unidas estableció contacto con el país de origen, con miras a iniciar "de manera urgente" procesos judiciales con la participación de víctimas y testigos para que se dicten "las sanciones correspondientes".
"El secretario general está a la vez entristecido y consternado por la pérdida de vidas y las graves lesiones sufridas durante este incidente. Expresa su más sentido pésame a las familias afectadas, al pueblo de la RDC y al gobierno congoleño, y desea una pronta recuperación a los heridos", indica un comunicado de Naciones Unidas este domingo.