El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el atentado contra una escuela secundaria en Uganda, que ha dejado hasta el momento 41 muertos, incluidos 37 estudiantes, y dijo que los responsables de este "atroz acto" deben ser llevados ante la justicia.
El ataque fue cometido este viernes por supuestos miembros de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), grupo de lazos difusos con el Estado Islámico (EI), contra una escuela privada de Lhubiriha, en la localidad de Mpondwe, a unos dos kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC).
Guterres afianzó sus condolencias a las familias de las víctimas y al Gobierno y pueblo de Uganda por el suceso, en el que también algunos estudiantes fueron secuestrados y pidió su libertad "inmediata", de acuerdo con un comunicado emitido hoy por su portavoz, Farhan Haq.
El secretario general reiteró la importancia de los esfuerzos colectivos, incluso a través de asociaciones regionales reforzadas, para hacer frente a la inseguridad transfronteriza entre la RDC y Uganda y así "restaurar una paz duradera en la zona ", agregó el comunicado.
AUMENTAN A 41 LAS VÍCTIMAS
Por otro lado, el Ejército de Uganda informó hoy que aumentó de 37 a 41 el número de personas muertas por el ataque.
El teniente general Dick Olum, comandante de las fuerzas ugandesas que combatieron junto al Ejército de RDC en territorio congoleño contra las ADF, afirmó después que los atacantes mataron a 37 estudiantes, un guardia de seguridad y otras tres personas de la comunidad.
"Perdimos veinte chicas en el acto. Respecto a los chicos, diecisiete de ellos fallecidos por el fuego" que los terroristas causaron en su dormitorio, declaró Olum a los periodistas en la zona del atentado, al precisar que tres muchachos lograron huir y salvar la vida.
Asimismo, agregó que "sospechamos que secuestraron a unos seis estudiantes y pueden haber tomado a miembros de la comunidad en el camino ".