Morgan Tsvangirai estuvo retenido por la policía del país, para impedir que el dirigente asistiera a un mitin político en una zona del sur del país africano.
El líder de la oposición en Zimbabue, Morgan Tsvangirai, fue retenido este viernes nuevamente por la policía en un control de caminos, cuando se dirigía a un acto electoral en el marco de su campaña para las presidenciales del próximo día 27.
Tsvangirai fue trasladado a la comisaría de una localidad al sudeste de Bulawayo, capital de la provincia de Matabelelandia Sur, donde fue interrogado durante unas dos horas, dijo Nelson Chamisa, portavoz oficial del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en inglés).
Según Chamisa, la policía detuvo a Tsvangirai porque este desoyó la orden de no dirigirse al lugar de la manifestación.
"El partido gobernante (Unión Nacional Africana de Zimbabue-ZANU-PF) está tratando arduamente de parar 'los vientos del cambio' en Zimbabue, pero fallará en su intento", agregó el portavoz, que puntualizó que Tsvangirai continúa su campaña en el sur del país.
Esta es la segunda vez en tres días que las fuerzas de seguridad zimbabuenses detienen a Tsvangirai. La policía demoró el pasado miércoles por unas ocho horas al líder de la oposición en otra localidad de Matabelelandia Sur y luego lo dejó en libertad sin hacerle cargo alguno.
Uno de los acompañantes de Tsvangirai señaló a los periodistas que la Policía inspeccionó los documentos de todos los integrantes de la comitiva como así también los vehículos en que estos viajaban y aunque no los arrestó formalmente, tampoco explicó porque los
demoraba.
En un comunicado divulgado este viernes en Harare, el MDC ha tildado las detenciones de Tsvangirai como "un desvergonzado y desesperado acto del Gobierno".
"El régimen (del presidente zimbabuense, Robert Mugabe) debe dejar que nuestro líder haga lo que el pueblo zimbabuense le ha encomendado y que el MDC restaure la dignidad en Zimbabue", añade el documento.
Según el MDC, la Policía aduce que ha tenido que prohibir varias manifestaciones públicas del partido porque "no puede garantizar la seguridad de sus líderes".
Tsvangirai y Mugabe se enfrentaron en las elecciones presidenciales celebradas el 29 de marzo pasado, en las que, según el primero, que basó sus cálculos en las cifras publicadas por las autoridades electorales a pie de urna, él resultó vencedor con el 50,3 por ciento de los votos.
Sin embargo, la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC) anunció el 2 de mayo que Tsvangirai había obtenido en la primera vuelta el 47,9 por ciento de los votos contra 43,2 por ciento de Mugabe y era necesaria una segunda ronda debido a que ningún candidato superaba el 50 por ciento de los votos necesarios para una mayoría directa.
El MDC asevera que la verificación del escrutinio fue un "atraco a mano armada" y ha prometido que Tsvangirai "arrasará" en la segunda ronda.
Pese al apoyo que Tsvangirai obtuvo en la primera vuelta, la campaña de ataques e intimidación que las fuerzas de seguridad y los seguidores de la ZANU-PF han lanzado contra los simpatizantes de la oposición pone ahora en duda si la segunda ronda será libre y justa.
La campaña de intimidación del Gobierno contra sus opositores pareció extenderse este jueves a las misiones diplomáticas de EE.UU. y el Reino Unido en el país -fuertes críticos del régimen de Mugabe- cuyo personal fue detenido en una carretera del interior, donde
investigaban denuncias de violencia política.
Según la embajada de Estados Unidos en Harare, la policía, efectivos del ejército y un grupo de los llamados "veteranos de guerra" de la independencia de Zimbabue detuvieron a los diplomáticos en un control de caminos en Bindura, a 80 kilómetros al norte de la capital zimbabuense.
El embajador de EE.UU., James McGee, a quien Mugabe, amenazó la semana pasada con expulsar de Zimbabue por su supuesta interferencia en los asuntos internos del país, subrayó que el grupo de civiles que acompañaba a los efectivos policiales, "amenazó con quemar los vehículos junto con todos sus ocupantes". (EFE)
