Canciller alemana criticó duramente a los movimientos xenófobos.
Estimaciones indican que 800 mil inmigrantes llegarán este año a Alemania.
La canciller alemana rechazó la xenofobia creciente en Europa.
La canciller alemana, Angela Merkel, resaltó la responsabilidad que tienen Europa y Alemania con los refugiados, criticó duramente a los movimientos xenófobos y recordó que la universalidad de los derechos humanos es uno de los pilares de la identidad europea.
"La universalidad de los derechos humanos ha formado durante mucho tiempo parte de la identidad de Europa. Si ese vínculo se rompe, entonces Europa ya no será la misma", dijo Merkel hoy en su tradicional conferencia de prensa de verano, que estuvo centrada en la crisis de los refugiados.
Merkel evitó criticar concretamente la actitud de otros países europeos y esquivó una pregunta al respecto diciendo: "no tiene sentido que nos empecemos a insultar entre nosotros públicamente".
"Es claro que esto no puede seguir así", agregó Merkel, para quien "cuando un país deja pasar a los refugiados sin registrarlos y otro construye una alambrada hay algo que no funciona".
Ya al comienzo, y antes de que empezase la rueda de preguntas, Merkel hizo una declaración de casi 20 minutos y dijo -recordando los casos trágicos de refugiados muertos en su camino hacia Europa- que la situación está asumiendo dimensiones de catástrofe.
800 mil personas llegarán a Alemania
Para Alemania, según la canciller, hay un reto inmediato que es recibir de la mejor manera a las 800.000 personas que se calcula que llegaran este año al país y mejorar los trámites para las solicitudes de asilo.
Merkel arremetió contra quienes han organizado manifestaciones y ataques en Alemania contra hogares de refugiados y dijo que "no puede haber tolerancia con aquellos que ponen en duda la dignidad de otras personas".
"Tiene que haber un claro distanciamiento ante los radicales. Ninguna experiencia biográfica o histórica puede servir de excusa para justificar ciertas actitudes", dijo la canciller.
La propia Merkel, en su reciente visita de solidaridad a un centro de refugiados en Heidenau (este de Alemania), fue recibida por algunos ciudadanos al grito de "traidora".
Contra una de las personas que la insultaron se ha abierto un sumario por injuria e incitación al odio racial.
Merkel destacó con satisfacción que también hay personas que ayudan a los refugiados y se oponen a los agitadores de ultraderecha y pidió más respaldo para esos ciudadanos.
