Se registró un total de 163 ataques violentos, casi seis veces más que en el año anterior.
Además, hay preocupación por el aumento de los incendios provocados en estos recintos.
La mayor parte de los ataques queda sin aclarar.
La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) de Alemania registró en 2015 un total de 163 ataques violentos a albergues de refugiados en el país, casi seis veces más que en el año anterior.
Según la información difundida por la primera cadena de la televisión pública alemana, las autoridades están especialmente preocupadas por el aumento de los incendios provocados en estos albergues, 76 en 2015 frente a los seis registrados en 2014.
La cifra total de delitos relacionados con los centros en los que se aloja a los solicitantes de asilo y a los refugiados, 924 hasta el 11 de enero, prácticamente cuadruplica la de 2014, la mayoría por daños, propaganda e incitación al odio.
Los investigadores vinculan la gran mayoría de estos delitos (825) a la ultraderecha.
La mayor parte de los ataques queda sin aclarar, según el estudio realizado por la emisora en trece de los dieciséis estados federados alemanes, que muestra que sólo se resolvió el 27 por ciento de los casos.
Tras las múltiples agresiones sexuales y robos registrados en la Nochevieja en la ciudad de Colonia, con solicitantes de asilo e inmigrantes ilegales entre los sospechosos identificados, el gobierno ha anunciado que endurecerá las leyes para los extranjeros que delincan.
Pero ha reiterado también que no se tolerará ningún acto de xenofobia ni de incitación al odio racial.
El año pasado entraron en Alemania cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo, una cifra récord ante la que el Ejecutivo de Angela Merkel ha reclamado sin éxito en la Unión Europea el establecimiento de un sistema equitativo de reparto entre todos los países miembros.
