La justicia alemana juzga desde este martes en Halle (este) a una alemana de 22 años que se unió al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria cuando tenía 15, acusada de ser cómplice de crímenes contra la humanidad.
La joven, identificada por medios alemanes como Leonora M., abandonó su hogar en Sangerhausen, en el estado federado de Sajonia-Anhalt (este) en 2015, para convertirse en Siria en la tercera esposa del yihadista alemán Martin Lemke, un alto cargo de los servicios secretos del EI.
De acuerdo con informaciones del Tribunal Regional de Naumburg, responsable del procedimiento, la acusada residió entre 2015 y 2017 en la ciudad siria de Raqqa, donde desempeñó las tareas del hogar "que le correspondían según la ideología del EI, facilitando así las actividades de su marido".
El proceso se desarrolla en la ciudad de Halle y no en Naumburg, donde tiene su sede el tribunal, por motivos de seguridad.
Según la fiscalía, Leonora M. también desempeñó de forma autónoma tareas para los servicios secretos de la organización yihadista, espiando a las esposas de otros miembros del EI y tratando de captar para la causa a mujeres residentes en Alemania.
Siendo todavía menor de edad, la acusada recibió de la organización una pistola semiautomática y un fusil de asalto, siempre según la fiscalía, y se dedicó además a promover el tráfico de personas por parte de su marido.
Así, ayudó a convalecer a una mujer yazidí herida "comprada" por su esposo yihadista para incrementar su precio de cara a una venta posterior y trató durante este periodo de convencerla para convertirse al islam.
A principios de 2019, Leonora M. se entregó junto con su marido a las autoridades de la zona autónoma en el norte de Siria y fue internada en un campo para familiares del EI, antes de ser repatriada en 2020 por el Gobierno alemán junto con sus dos hijas.
Dado que la acusada era menor de edad cuando ocurrieron los hechos, se enfrenta a una pena máxima de diez años de cárcel, aunque existe la posibilidad de que el tribunal decida juzgarla como adulta ya que cumplió 18 años encontrándose en Siria.
El caso de Leonora M. alcanzó un gran eco mediático ya que un equipo de la cadena alemana NDR siguió durante cuatro años a su padre en sus intentos por convencer a su hija para volver a casa.
Según informó ayer un portavoz del Ministerio de Exteriores de Alemania, el Gobierno ha repatriado hasta ahora a 42 niños y 12 madres de nacionalidad alemana de los campos de detención para familiares del EI en el norte de Siria.
El portavoz agregó que hay más repatriaciones "planificadas", pero que debido al apoyo de diversos actores necesario para estas acciones "pasará un tiempo" antes de que sea posible realizarlas.