El ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, insistió en que, a su juicio, las múltiples agresiones sexuales registradas durante la pasada noche de Año Nuevo a en Colonia, fueron planeadas e instó a las fuerzas de seguridad a investigar las posibles conexiones entre los implicados.
"Cuando una horda así se junta para cometer delitos, parece que tiene que haberse planeado de alguna forma. Nadie puede decirme que eso no estuvo coordinado o preparado", subraya en una entrevista con el dominical Bild am Soontag.
Según los últimos datos de la policía de Colonia, ya se han presentado 379 denuncias por presuntos delitos cometidos ante la estación de tren de esa ciudad alemana durante la noche del 31 de diciembre, el 40 por ciento por agresiones sexuales, y la mayoría de los investigados procede de países norteafricanos.
En su mayor parte, los investigados son solicitantes de asilo y personas en situación ilegal en Alemania, aunque todavía se estudia si se puede acusar a estas personas de delitos concretos y en qué grado
Maas, que desde el primer momento pidió averiguar si se trataba de una nueva forma de criminalidad organizada, cree que es evidente que se eligió una fecha determinada en la que iba a haber mucha gente en la calle.
La policía, apunta el periódico, investiga mensajes enviados a través de las redes sociales en los días previos al Año Nuevo por parte de hombres norteafricanos y la presencia en Colonia de personas que llegaron de los alrededores y también de los países vecinos: Bélgica, Holanda y Francia.
Según el periódico Welt am Soontag, la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) se propone actuar frente al acoso sistemático a mujeres por grupos de hombres, un fenómeno detectado en los países árabes durante grandes concentraciones.
La BKA está analizando la información que tienen los distintos estados federados para contar con una radiografía completa de la situación y poder tomar medidas.
Según la información facilitada por la policía y los testimonios de numerosas víctimas, alrededor de un millar de hombres, la mayoría aparentemente de países árabes y norteafricanos, se encontraban congregados en Año Nuevo ante la estación de tren de Colonia, junto a la emblemática catedral de la ciudad.
Muchas mujeres que pasaban por la zona se vieron rodeadas por grupos de hombres y sufrieron agresiones sexuales y robos.
