El guardia del campo de extermino de Auschwitz Reinhold Hanning murió a los 95 años en Detmold (en el centro de Alemania), la misma ciudad donde en junio de 2016 fue condenado a cinco años de cárcel por complicidad en los crímenes del nazismo.
Hanning falleció el pasado martes, informó este jueves su abogado, cuando tenía aún pendiente de resolución por parte del Tribunal Supremo al recurso presentado contra esa sentencia, tanto por la defensa como por la acusación particular.
Su fallecimiento se produjo un año después de cerrarse el juicio en su contra, uno de los últimos grandes procesos instruidos en Alemania por los crímenes del nazismo, apuntalado en el principio de que los asesinatos no prescriben.
Cómplice de 170 mil muertes
Al procesado, de 23 años cuando entró a servir a Auschwitz, se le declaró culpable de complicidad en la muerte de los 170.000 presos asesinados en el campo entre enero de 1943 y junio de 1943, el periodo en que sirvió ahí como guardia.
Hanning fue condenado a cinco años por complicidad en la maquinaria de la muerte que fue Auschwitz, donde sirvió como miembro de las SS durante unos meses. La condena explicitaba que a Hanning no se le condenaba como parte de un colectivo, sino por su culpa individual en el Holocausto.
Hanning asistió a todo el proceso en silla de ruedas y escuchó en silencio la sentencia, aunque en una de las vistas del juicio admitió su vergüenza por no haber intervenido ante el horror de lo que veía.
La Audiencia admitió como atenuantes su avanzada edad, el tiempo transcurrido desde los hechos -más de 70 años- y también el arrepentimiento demostrado ante los sobrevivientes y familiares de víctimas que formaban la acusación particular.
Justicia tardía contra cómplices del nazismo
Hanning fue un exponente de justicia tardía contra los llamados cómplices del nazismo, posibilidad abierta a raíz de la condena dictada en Múnich en 2011 contra el ucraniano John Demjanjuk, a quien se había extraditado desde Estados Unidos, donde se exilió tras la derrota del Tercer Reich aparentando haber sido víctima de los nazis.
A Demjanjuk, antiguo guardia voluntario de Sobibor, se le juzgó por complicidad en 28.000 asesinatos en ese campo de concentración nazi, asimismo en la Polonia ocupada. Como Hanning, el entonces condenado murió unos meses después de escuchar la sentencia de cinco años de cárcel sin haber ingresado en prisión para cumplir su condena.
En ambos casos, como en otros procesos abiertos en los últimos años en Alemania por cargos similares, las condenas son meramente simbólicas, debido a la avanzada edad de los encausados.
Auschwitz fue el mayor y más mortífero campo de exterminio nazi, construido en la Polonia ocupada por el Tercer Reich y donde se estima que fueron asesinados 1,1 millones de personas.