Los 26 años de la reunificación de Alemania se celebrarán mañana lunes en Dresde, en el este del país, en medio de grandes medidas de seguridad y del temor a protestas xenóbas que empañen las festividades.
El presidente alemán, Joachim Gauck, estará en Dresde al igual que la canciller Angela Merkel que, en su mensaje de vídeo del fin de semana, ha aprovechado para criticar la instrumenalización que hace la ultraderecha del lema del movimiento ciudadano que llevó a la unidad del país en 1990.
"Nosotros somos el pueblo", era el lema de los manifestantes que se oponían en su momento al régimen de la extinta RDA y que ahora han asumido movimientos como el islamófobo "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida).
Merkel ha recordado que mientras en 1989 y 1990 el lema tenía una carga emancipadora, la instrumentalización por parte de Pegida lo ha distorsionado.
"Todos somos el pueblo", ha dicho Merkel con lo que incluye a los varios millones de musulmanes que viven en Alemania.
Dresde, que es la sede de las celebraciones este año como capital de Sajonia siguiendo el sistema rotatorio entre los 16 estados federados, es también la sede de Pegida, que ha anunciado actos de protesta para mañana.
La marcha de Pegida deberá seguir una ruta alejada de los actos de las celebraciones de la reunificación, incluida una fiesta popular que se realizará en el centro de la ciudad.
Además, un atentado con bombas la semana pasada contra una mezquita en Dresde hizo revivir los temores de que las protestas islamófobas desemboque en la violencia.
Este y oeste: hay problemas que siguen
Mientras tanto, las celebraciones oficiales tratarán de resaltar todo lo que se ha logrado en 26 años de unidad pese a que la convergencia todavía no es plena.
La propia Merkel, en su mensaje semanal, invitó a recordar los logros de la unidad, pese a todos los problemas que todavía existen.
Entre esos problemas destaca la diferencia de ingresos que persiste entre los ciudadanos de las dos partes del país.
Según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) en 2015 el salario promedio bruto en el este de Alemania fue de 2.449 euros mensuales mientras que los ciudadanos del oeste del país tuvieron un sueldo bruto de 3.218 euros.
Con ello los trabajadores del territorio de la ex República Democrática Alemana ganan en promedio un 24 por ciento menos que los de los llamados viejos estados federados en el oeste del país.
Un 24 por ciento de los trabajadores del este estaban por debajo de los 2.056 euros brutos mensuales, que es el límite a partir del cual un sueldo se considera bajo, y en el oeste, sólo un 17 por ciento.
Todo ello, al igual que las diferencias que persisten en las jubilaciones, crea un descontento que en parte han logrado aglutinar movimientos como Pegida o la agrupación radical de derechas Alternativa por Alemania (AfD), tomando a los refugiados como chivos expiatorios.
Todo ello ha hecho que la previa del aniversario haya tenido su parte de polémica, alborotada además por el informe anual del gobierno sobre el estado de la unidad en donde se constata una mayor receptividad por parte de los ciudadanos del este a ideologías de derecha radical.