Este lunes, la policía alemana relacionó con el Estado Islámico (ISIS) a Jaber Albakr, refugiado sirio de 22 años y presunto terrorista detenido durante la madrugada, y en cuyo domicilio en Chemnitz, en el este de Alemania, se encontraron explosivos.
El presidente de la Oficina de Investigación Criminal (LKA) de Sajonia, Jörg Michaelis, indicó en una rueda de prensa en Dresden que los indicios apuntan a un "contexto del Estado Islámico".
Estas declaraciones van en la misma dirección que apuntó la Fiscalía Federal, que ayer domingo asumió la investigación del caso, y que considera que el principal sospechoso estaba preparando un atentado "con motivación islamista".
Tanto Michaelis como el ministro de Interior sajón, Markus Ulbig, agradecieron la colaboración ciudadana que facilitó la detención, pero, por motivos de seguridad, no dieron información sobre los tres sirios que redujeron al sospechoso y llamaron a la policía para que fuera detenido.
Adquirió en Internet componentes para una bomba
Como ya habían difundido algunos medios, Michaelis confirmó que el explosivo que se encontró en la vivienda del presunto terrorista era peróxido de acetona (TATP), "el tipo de explosivos que se emplearon en París y Bruselas".
El presidente de la LKA sajona informó asimismo de que los servicios secretos del interior se pusieron sobre la pista de Albakr porque el joven sirio había buscado en internet información sobre cómo montar una bomba e incluso había adquirido alguno de los componentes en la red.
Esto hizo pensar a las autoridades alemanas que la fabricación de la bomba estaba ya muy avanzada "o estaba lista", lo que precipitó la gran operación antiterrorista del sábado.
En el domicilio, la policía incautó "varios centenares de gramos" de TATP, algunos en "forma cristalizada", así como dos detonadores.
La aparente huída del sospechoso del cerco policial
Michaelis se vio en su comparecencia repetidas veces confrontado con preguntas sobre la polémica suscitada después de que el sospechoso aparentemente escapara el sábado por la mañana del cerco policial.
Según la versión oficial, los agentes de las unidades especiales vieron salir al joven de su vivienda cuando ya estaban desplegados en torno al edificio, e incluso dispararon un tiro de advertencia al aire para que se detuviese, pero el presunto terrorista salió corriendo, sin que la policía pudiese detenerlo.
Por su parte, el ministro de Interior sajón habló de un "gran éxito" policial, porque "otra vez más ha sido posible impedir un ataque con explosivos en Alemania".
Sobre el objetivo del ataque, pese a las especulaciones sobre la posibilidad de que fuese un aeropuerto, Ulbig dijo no poder adelantar nada y abogó por dejar trabajar a los investigadores.