Agencia Federal de Redes alemana considera que su micrófono y bluetooth convierten al juguete en un instrumento ilegal de vigilancia.
Cualquiera puede escuchar y grabar la conversación que se mantenga con la figura, sin necesidad de estar presente.
Se solicitó a los comercios que retiren la muñeca, pero no se actuará contra los padres.
El gobierno de Alemania prohibió en el país la muñeca "Cayla" tras considerar que el micrófono y la conexión de bluetooth integrados en el juguete lo convierten en un posible instrumento de espionaje no permitido por la ley.
La Agencia Federal de Redes alemana, a través de un comunicado de su presidente Jochen Homann ayer viernes, manifestó que "objetos que ocultan cámaras o micrófonos y que pueden transmitir datos de forma inadvertida amenazan la esfera privada de las personas".
Esto puesto que el juguete tiene una conexión a bluetooth que permite a cualquier persona escuchar y grabar la conversación que se mantenga con la muñeca sin necesidad de estar presente.
La entidad solicitó a los comercios que retiren la muñeca, pero dejó claro que no actuará contra los padres, aunque la ley alemana de telecomunicaciones prohíbe la posesión de ese tipo de dispositivos, además de su fabricación y distribución.
La agencia especificó que su misión es informar del peligro que supone "Cayla", pero que no ha pedido a las jugueterías ningún dato para identificar a los compradores y asume que los padres serán "responsables" y que desactivarán la muñeca.
La agencia alemana explicó que está analizando otros juguetes para "proteger a los más débiles de la sociedad".
