Un agente mató al adolescente con cinco disparos luego de que lo llamaran de un centro pisquiátrico donde el joven había expresado ideas suicidas, empuñando un cuchillo.
Varias voces denuncian la escasa preparación del cuerpo para emergencias, así como un supuesto racismo institucional tras la muerte del adolescente con problemas psiquiátricos.
Las críticas a la policía por la muerte de un adolescente de 16 años con problemas psiquiátricos el pasado lunes en Dortmund (oeste) van en aumento, y varias voces denuncian la escasa preparación del cuerpo para emergencias, así como un supuesto racismo institucional.
El joven, procedente de Senegal, será despedido este viernes con una ceremonia en una mezquita, a la que seguirá una manifestación convocada bajo el lema "Justicia para Mohammed", tras varias concentraciones similares en días anteriores.
Según ha trascendido a lo largo de la semana, el lunes un agente de 29 años mató al adolescente con cinco disparos de su rifle semiautomático, que le alcanzaron en el torso y en la cara.
La policía acudió al centro para menores no acompañados en el que residía el senegalés, tras ser dado de alta el día anterior de un psiquiátrico, por la llamada de un empleado, que la alertó después de ver al joven, que había expresado ideas suicidas, empuñando un cuchillo.
Los agentes aseguran que tuvieron que dispararle en defensa propia, pero todavía no se ha esclarecido si el menor hizo ademán de atacarles y la fiscalía ha abierto una investigación contra el policía que realizó los disparos.
El grupo parlamentario socialdemócrata en el Parlamento regional de Renania del Norte-Westfalia ha pedido al ministro del Interior del "Land", el conservador Herbert Reul, que informe sobre el caso.
"¿Qué razón había para usar un arma automática y realizar seis disparos? En vista de la gran superioridad numérica ¿No había otra posibilidad más moderada para desactivar el peligro?", preguntaron varios diputados de la formación este jueves.
También desde los Verdes se ha acusado de racismo a la policía y el político local de esa formación Jacques Armel Djiné, nacido en Camerún, declaró haber sido objeto con gran frecuencia en Dortmund de controles supuestamente aleatorios, la práctica que se conoce como "racial profiling".
Varios criminólogos han expresado además incomprensión por el hecho de que los agentes hicieran uso de un rifle semiautomático y han abogado por mejorar el entrenamiento que reciben los policías para hacer frente a este tipo de situaciones.
El adolescente senegalés es la cuarta persona que muere en un operativo policial en lo que va de año en el "Land" de Renania del Norte - Westfalia.
