Todos los años los nostálgicos de la supremacía aria conmemoran en Ostritz el nacimiento de Hitler.
Los vecinos del pequeño pueblo alemán de Ostritz decidieron rebelarse contra una fiesta que consideran indeseable y que se celebra todos los años en sus tierras: cada junio llegan decenas de neonazis para conmemorar el nacimiento de Adolf Hitler en el Festival Schild und Schwert (Festival Seña y Espada).
Este año no quisieron hacerles tan fácil la celebración a los nostálgicos de la supremacía aria y aprovecharon que la policía local prohibió que en el festival se vendiera alcohol. Como la única opción que les quedó a los asistentes a la fiesta fue salir a comprar cerveza a supermercados, los habitantes de Ostritz decidieron no dejarles nada: compraron toda la cerveza disponible en el pueblo.
Sumaron a esta forma de protesta contra los cerca de 500 neonazis que llegaron a Ostritz una manifestación pacífica en las calles para rechazar la celebración del nacimiento del genocida, informó Europa Press.
El festival se efectúa cada año en esta pequeña localidad para el aniversario del nacimiento del dictador, aunque está a casi 400 kilómetros de distancia del lugar en el que Hitler nació: la localidad austriaca de Braunau am Inn.
