El secretario general iberoamericano, el chileno Andrés Allamand, lanzó hoy "un mensaje de optimismo" a América Latina, ante la oportunidad que tiene de aprovechar su potencial si avanza en ámbitos como una mayor relación con la Unión Europea, pese a la compleja coyuntura internacional por la guerra en Ucrania.
"La región tiene problemas, como todas las regiones del mundo, pero también muchas oportunidades", subrayó en una entrevista con EFE Allamand, que llegó en febrero pasado a la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) tras ocupar las carteras de Exteriores y Defensa y ser parlamentario durante distintas etapas en Chile.
"Veo oportunidades que debemos aprovechar, están las condiciones para hacerlo y lo que se requiere es simplemente convicción de que pueden sacarse adelante", recalcó.
LAS OPORTUNIDADES DE LA REGIÓN
América Latina cuenta con recursos naturales, energía y alimentos que demandan el resto del mundo.
El contexto internacional es complejo, pero las oportunidades son muchas: "hablamos de transición energética y vemos las gigantescas oportunidades que tiene América Latina por ejemplo en hidrógeno verde", procedente de energías renovables con bajas emisiones, detalló.
"No se puede hablar de cambio climático en el mundo sin pensar en América Latina, donde está la mayor biodiversidad, la mayor reserva de agua, una de las mayores reservas de bosques naturales", sentenció.
"Se abre una perspectiva que sin duda tiene que ser aprovechada", prosiguió, en un momento en que la energía se encarece en continentes como Europa en el contexto de la invasión de Rusia en Ucrania.
"América Latina es una tierra de oportunidades", en la que Europa "puede reforzar su presencia", apuntó al respecto el secretario general iberoamericano.
Las posibilidades de una agenda común entre Europa y América Latina son "muy grandes", en ámbitos en los que "tienen muchas coincidencias", como la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género o la digitalización, señaló.
EL POTENCIAL CON EUROPA
España, uno de los 22 países de la comunidad iberoamericana, ejercerá la presidencia de turno de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023 y un español, Josep Borrell, está al frente de la política exterior europea, una "conjunción" inmejorable para avanzar en "un relanzamiento, una intensificación de las relaciones" a ambos lados del Atlántico, advirtió.
"Estamos en una etapa de una Europa geopolítica, que significa tener aliados en un mundo que se está reconfigurando", de ahí la necesidad de avanzar en una "Convergencia estratégica" entre el viejo continente y América, insistió.
"En un mundo que se está reconfigurando, uno de los elementos más significativos de la última década es el aumento de la influencia de China en la región y en menor medida de Rusia", observó Allamand.
China, añadió, es hoy el mayor socio comercial de la mayoría de Latinoamérica, salvo México por su vecindad con Estados Unidos, fundamentalmente el principal inversor, pero "un flujo de inversiones europeas sería por supuesto muy bienvenido en la región".
"Una inversión fuerte de Europa abre un abanico de posibilidades a los países de la región y esta es una agenda recíprocamente útil para ambas partes", aseveró el secretario general, una vez que la Comisión Europea ha manifestado su disposición a reforzar su presencia en América Latina ante la creciente influencia de China y de Rusia.
UNA COMUNIDAD UNIDA
Allamand visitó en estos meses varios países iberoamericanos tras acceder a la SEGIB, entre los que constató, dijo, una voluntad "de mayor articulación política", para defender puntos de vista comunes como región ante el resto del mundo, y de "retomar unos procesos pendientes de integración comercial" entre los países que la conforman.
Con la vista puesta en la próxima Cumbre Iberoamericana en marzo de 2023 en República Dominicana, algunos de sus objetivos al frente de la SEGIB pasan por contribuir a seguir cohesionando la comunidad iberoamericana y a ayudar desde esta organización a recuperar económicamente la región.
Con el propósito siempre de "generar una narrativa positiva respecto de Iberoamérica", pues "a veces se destacan los problemas de la región pero no se resaltan suficientemente las oportunidades", concluyó.
