El derrocado gobernante dijo que sería el primero a someterse a la instancia.
También sostuvo que quienes patrocinaron el golpe, pues "han coartado la democracia".
El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, pidió a la ONU y a la OEA la formación de un Tribunal Internacional para que conozca sobre casos de persecución política en su contra y de los miembros de su Gobierno.
"A este tribunal 'Ad Hoc', los miembros de mi Gobierno y yo mismo seríamos los primeros en someternos, para que se investigue y juzgue con el rigor y la imparcialidad necesaria las acciones que se han presentado en nuestra contra como un mecanismo de persecución política", expresó Zelaya en una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Ban-Kimoon, y al de la OEA, José Miguel Insulza.
Mediante ese proceso quedaría "plenamente acreditado que no hemos cometido crimen alguno de carácter internacional o contra el pueblo de Honduras", añade la misiva.
"Pero también queremos que al mismo sean sometidos todos los máximos responsables del régimen de facto y sus patrocinadores. Que no se invoque más el sagrado nombre de la justicia en boca de quienes deberían ser los primeros en enaltecerla, pero que la han envilecido y violado para coartar la democracia, las libertades y demás derechos del pueblo hondureño", subraya.
El depuesto presidente solicitó el Tribunal Internacional "Ad Hoc" para que conozca las acusaciones en su contra y los miembros de su Gobierno y la resistencia popular que exige su restitución, "por defender la democracia y oponernos al golpe de Estado".
En opinión de Zelaya, "lo que está en juego no es sólo la democracia en Honduras", sino también "la democracia en toda Latinoamérica".
"Las fuerzas más reaccionarias del continente contribuyen a sostener este régimen de facto, presto a hacer abortar otros procesos democráticos", advirtió Zelaya, quien también envió otras dos cartas a la Organización de Estados Americanos (OEA) en las que notifica que se "rescinde" el Acuerdo Tegucigalpa-San José y critica la "ambigüedad" de Estados Unidos sobre el golpe de Estado.
