Cinco miembros de una supuesta iglesia evangélica acusados de quemar a una mujer campesina en una hoguera durante un ritual en Nicaragua fueron condenados a 36 años de prisión por un juez de Managua.
El titular del Juzgado Quinto del Distrito Penal de Juicio de Managua, Alfredo Silva Chamorro, fijó esa pena al pastor evangélico Juan Gregorio Rocha Romero, de 23 años, quien según la acusación de la Fiscalía planificó la muerte de Vilma Trujillo García, de 25 años, en febrero pasado.
La misma condena cumplirán los colaboradores de Rocha, Esmeyda del Socorro Orozco Téllez, de 25 años; Tomasa Rocha Romero, de 24; Franklin Jarquín Hernández, de 28, y Pedro José Rocha Romero, de 26, todos miembros de la Iglesia Visión Celestial, supuestamente asociada a una iglesia evangélica.
El juez impuso a los religiosos la pena de 30 años por asesinato y 6 años por secuestro simple, con excepción de Esneyda Orozco, quien fue declarada no culpable del delito de secuestro simple.
A pesar de las condenas, las cinco personas purgarán 30 años de cárcel, que es la pena máxima que se puede cumplir en Nicaragua.
La fiscal especial del caso, Fabiola Mendoza, se declaró satisfecha con la sentencia y consideró que el juez tomó en cuenta todos los agravantes.
La semana pasada los religiosos fueron declarados culpables de causar la muerte de la campesina en febrero tras lanzarla a una hoguera durante un ritual con el que buscaban sacarle unos demonios, en la comunidad de El Carrizal, municipio de Rosita, en el Caribe norte de Nicaragua.
Detalles del caso
Según la Fiscalía, la víctima estuvo frente al fuego por cuatro horas la madrugada del 21 de febrero, amarrada de pies y manos a un tronco, en contra de su voluntad.
Después de esa hora, el grupo de religiosos regresó y oró por la mujer, y uno de ellos dijo que había tenido la revelación de que debían lanzar el cuerpo de Trujillo a la hoguera para sacarle los "demonios", lo cual hicieron, aunque ella pedía auxilio, de acuerdo con el Ministerio Público.
Trujillo falleció en un hospital de Managua el 28 de febrero a causa de quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
Juan Gregorio Rocha Romero dijo a periodistas poco después que la mujer, quien estaba "endemoniada", no fue lanzada a la hoguera, sino que cayó al fuego sin intervención de ninguno de los participantes del ritual.