La alta tasa de urbanización y el rápido crecimiento económico de Latinoamérica están poniendo en riesgo la calidad del aire y del agua en la región, advirtió el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El Estudio de Previsión Medioambiental Global (GEO-6), presentado esta jornada en Nairobi, reveló que la continua expansión de las áreas urbanas, el crecimiento de la población y el aumento del consumo, han disparado las emisiones de gases contaminantes dejando a más de 100 millones de personas en situación de riesgo.
Otra de las grandes amenazas para el futuro de Latinoamérica es la gestión de los recursos acuíferos, en especial los dedicados a la agricultura, que consume el 68 por ciento del agua en la región.
Según las estimaciones del PNUMA, 30 millones de personas no tenían suministro de agua en 2013, lo que aumentó la probabilidad de contraer enfermedades como la malaria, el cólera o la disentería.
El estudio del GEO-6 calcula que alrededor del 45 por ciento del agua se pierde incluso antes de llegar al consumidor final y, al mismo tiempo, las altas temperaturas y las bajas precipitaciones registradas en los dos últimos años producen sequías cada vez más graves.
La proliferación de ganaderías y zonas de pasto también han tenido un gran impacto en las emisiones de óxido nitroso (+29 por ciento) y metano (+19 por ciento), pero sobre todo han supuesto una enorme pérdida para la masa forestal de la zona.
Entre 2001 y 2013, el 17 por ciento de los nuevos cultivos y el 57 por ciento de los nuevos pastos se establecieron en áreas deforestadas, que además son más susceptibles a sufrir inundaciones y riadas.
Keisha García, científica de Trinidad y Tobago encargada de coordinar el estudio sobre Latinoamérica y Caribe, recordó que las economías de esta región tienen una gran dependencia de los recursos naturales, por lo que adaptarse al nuevo contexto climático es clave para su supervivencia.
El informe Previsión Medioambiental Global (GEO-6) forma parte de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y es un anticipo de la segunda Asamblea Medioambiental de Naciones Unidas (UNEA-2), que tendrá lugar la semana próxima en Nairobi.