Mientras los líderes de la cumbre que reúne a la Unión Europea, América Latina y el Caribe posaban para la foto familiar, una mujer, vestida sólo con un bikini, sorprendió a todos al pasar frente a los gobernantes con una pancarta contraria a las papeleras que se construyen en el río Uruguay, con el aval de Montevideo, y que son rechazadas en Argentina por considerarlas contaminantes.
Se trató de la joven argentina, Evangelina Carrozo, la reina del carnaval de la ciudad trasandina de Gualeguaychú, una de las localidades que más se ha opuesto a la construcción de las plantas de celulosa.
La joven, que dejó boquiabiertos a los líderes de la cumbre de Viena, portaba una pancarta con la leyenda en castellano y en inglés en la que se podía leer: "Basta de papeleras contaminantes".
La muchacha fue elegida por la organización ecologista Greenpeace para realizar la protesta y, sin duda, no fue una mala elección porque efectivamente logró llamar la atención de los gobernantes y de la prensa luego de colarse entre la tarima donde se encontraban los jefes de Estado y de gobierno.
"Soy de Argentina. No queremos eso", dijo Carrozo a los periodistas, explicando que había logrado filtrarse gracias a una acreditación de prensa que le tramitó la organización de defensa del medio ambiente.
Tras llamar la atención de jefes de Estado y periodistas, la joven fue detenida por los agentes de seguridad austríacos, que la retiraron del recinto. Antes de ser detenida, la activista dijo a periodistas que Greenpeace quería pedirle así al gobierno uruguayo que detenga la construcción de las papeleras y que "no le mienta al pueblo", que esas plantas "contaminan y no las queremos".
Al ser consultada por la prensa, la reina del carnaval explicó que "era el motivo justo para llevar esta causa a un nivel mundial". Además, dio detalles sobre los instantes previos a su ingreso frente a los mandatarios.
Carrozo contó que fue "vestida de negro, como parte de la prensa acreditada". Y que segundos antes de avanzar ante los mandatarios "estaba muy nerviosa y tenía el cartel escondido en una cartera".
"Esperé a que los presidentes se ubicaran, luego me saqué el tapado y atravesé la valla. Los mandatarios no entendían nada. La cara de Kirchner era de desconcierto total", sostuvo Carrozo". Y agregó que fue un momento de "mucha adrenalina". (Agencias)