El presidente de Uruguay, José Mujica, se mostró "conforme" con el acuerdo alcanzado con Argentina para el control ambiental conjunto al río que marca su frontera común y dio por cerrado el conflicto con ese país por la instalación de una planta papelera en la ribera uruguaya.
A su llegada a Montevideo, tras participar en las negociaciones para solventar el asunto en Buenos Aires con su par argentina, Cristina Fernández, Mujica afirmó a los medios locales que se encontraba "conforme y bien" con el resultado obtenido, al tiempo que aprovechó para agradecer a los ciudadanos de la localidad uruguaya Fray Bentos por haber aguantado tanto tiempo la crisis.
Consultado sobre si será necesario volver a reunirse con Fernández por este asunto, el mandatario consideró que ya no hará falta.
En tono de broma, Mujica apuntó a los periodistas que ahora "se van a quedar sin noticias" y que "habrá que inventar otra cosa para volverse (a Buenos Aires)".
"Consideramos que esto pasa al telón de los recuerdos. Seguramente van a surgir otros (conflictos), pero pienso que este no es un día histórico, es de historieta", bromeó.
Asimismo, el mandatario consideró que sí fue importante para alcanzar una solución la buena sintonía que mantiene con la presidenta argentina, porque "en una negociación difícil, las relaciones personales y el cuidado a ciertos detalles de la susceptibilidad humana son importantes".
El acuerdo sellado por Argentina y Uruguay incluye la realización de controles científicos en el río fronterizo, epicentro de un conflicto que se inició en octubre de 2003 cuando Montevideo autorizó, sin consultar con sus vecinos, la instalación en la localidad ribereña de Fray Bentos de una planta papelera.
La instalación de la fábrica fue criticada con dureza por los vecinos y ambientalistas de la ciudad argentina de Gualeguaychú, quienes iniciaron en noviembre de 2006 un bloqueo al puente que les une a Fray Bentos, que se prolongó por casi cuatro años.