El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se mostró autocrítico este viernes y expresó que "si algo me reprocho es no haber podido terminar con la grieta que nos separa y nos enfrenta", dijo en su mensaje para despedirse del cargo que este domingo dejará en manos del libertario Javier Milei.
En un discurso en el patio central de la Casa Rosada y emitido en cadena nacional, Fernández recordó la importancia de "recuperar el diálogo" entre los actores políticos "en este particular momento del mundo donde los discursos de odio y la confrontación degradan el debate, deshumanizan la convivencia y espiralizan la violencia y la incertidumbre".
El mandatario afirmó que había aprendido que, "para cerrar la grieta, no hace falta someter al otro", y que "no se trata de ver quién impone su relato. Lo que hace falta es caminar junto al otro. Aprender a profundizar los acuerdos y a minimizar las diferencias. Argentina es un maravilloso país del que todas y todos debemos estar orgullosos".
Asimismo, repasó aciertos y errores de su gestión (2019-2023) y detalló que "lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad", y agregó: "No estoy aquí para cargar culpas en otros".
Aunque Fernández mostró su "satisfacción" por las acciones llevadas a cabo por su Administración en salud y obras públicas, en educación y en ciencia, entre otras, expresó su "pesar" por no haber podido "concretar" todo lo que se propuso.
"Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza", aseveró el mandatario, quien comentó que no elegiría "el lugar cómodo de esperar el juicio de la historia, que suele ser benévola con los expresidentes porque oculta los claroscuros del presente" y sí escucharía "el juicio" de sus contemporáneos.
Fernández también recordó que, durante su gestión, se hizo "historia", al "sancionar el aborto legal, seguro y gratuito", lo que consideró era "una deuda de la democracia" y una continuación del "camino de ampliación de derechos individuales que tuvo tantos avances" en estas cuatro décadas transcurridas "y que debe continuar".
En diciembre de 2020, Argentina aprobó la Ley 27.610 de Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, que fue promulgada en enero de 2021, después de la lucha de la incansable "marea verde" de los movimientos feministas en las calles.
PIDIÓ DEFENDER "CADA DÍA" LA DEMOCRACIA
"A 40 años de la democracia, defendámosla cada día, como nos enseñaron las Abuelas y las Madres y todos y todas quienes nos marcaron el camino. Hoy más que nunca, más y mejor democracia siempre", pidió Fernández, quien recordó que "hace exactamente 40 años transitábamos las últimas horas de la más feroz dictadura militar de nuestra historia. Lo hacíamos con esperanza por el futuro, y con el secreto terror de que pudiera volver a repetirse el círculo de autoritarismo y espanto que marcó buena parte de nuestro siglo XX. Lo logramos. Fuimos capaces".
Fernández recordó que aquel 10 de diciembre de 1983, cuando comenzó el Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), pocos ciudadanos podían imaginar que "cuatro décadas más tarde estaríamos frente al traspaso institucional del Gobierno de una fuerza política a otra de un signo diferente, ambas elegidas por el pueblo".
"El 10 de diciembre es el símbolo inapelable de un consenso democrático que en cuatro décadas de vigencia sostuvo, aun con dificultades, la convivencia plural y el fortalecimiento de las instituciones republicanas", aseveró el mandatario.