El ex comerciante de automóviles argentino Carlos Telleldín fue absuelto este miércoles de las imputaciones que le acusaban de haber acondicionado y entregado la camioneta usada en el atentado contra la asociación judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994 y sigue impune.
En una sesión virtual por la pandemia, el juez Andrés Basso fue el encargado de leer el fallo en el que, si bien se consideró que el ataque terrorista, el peor que sufrió el país, fue un "crimen de lesa humanidad", se decidió, tras casi dos años desde que comenzó el juicio, absolver a Telleldín de los cargos imputados.
En sus últimas palabras horas antes del veredicto, el ex vendedor de automóviles, actual abogado de 59 años y que ya había sido absuelto en un primer proceso en 2004 tras anularse toda la investigación, reiteró su "inocencia total y absoluta" y aseveró que nunca vendió autos a "delincuentes".
El atentado es atribuido a miembros del entonces Gobierno iraní y a la organización islamista libanesa Hizbula -sobre quienes pesan órdenes internacionales de detención pero que nunca pudieron ser detenidos- y su investigación ha estado desde el inicio plagada de irregularidades y acusaciones de encubrimiento.
Tanto la Fiscalía como la querella que representa a los familiares de las víctimas habían solicitado que Telleldín, único acusado en este proceso, fuera sentenciado a prisión perpetua, mientras que la querella que representa a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), reclamaban 20 años de cárcel.
Los fundamentos de la absolución serán dados a conocer el 26 de marzo del año próximo.
"Estamos a 27 años del terrible atentado y seguimos con 'Telleldín sabe, Telleldín presume, y Telleldín cree'. Yo estuve 10 años y dos meses detenido en forma injusta. Me recibí de abogado en 2001, me quise suicidar en prisión tomando 100 pastillas. Y realmente llegó un momento que no resistí más la injusticia", aseveró esta mañana respecto al periodo que estuvo encarcelado preventivamente, antes de su primera absolución, que fue posteriormente revocada.
En el actual juicio, la Fiscalía había considerado al acusado "partícipe necesario" del ataque, ya que habían dado "las condiciones necesarias" para saber que la camioneta Trafic "podía ser cargada con explosivos" y utilizada en un atentado, como ya había ocurrido dos años antes contra la Embajada de Israel de Buenos Aires, que causó 22 muertos y 242 heridos y también sigue impune.