Jorge Knoblovits, secretario general de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), lamentó en Cooperativa el deceso del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba el atentado contra la AMIA, hecho al que le dio connotaciones de relevancia internacional.
"Nosotros creemos que el atentado a la Embajada (de Israel en Buenos Aires) el año 92 y el atentado contra la AMIA del año 94 -que fue mucho más emblemático por la cantidad de muertes- fue el inicio de la secuencia de actos terroristas internacionales que ha seguido hasta el atentado contra Charlie Hebdo y el supermercado kosher (en París)... No es un tema menor no investigar la AMIA, que fue la primera escalada de estos terroristas, así que el tema de AMIA es emblemático no sólo para Argentina, sino para el mundo, (...) y hoy estamos otra vez empantanados con la causa", reflexionó Knoblovits en conversación con Una Nueva Mañana.
Para el representante judío, "su muerte (de Nisman) no tiene explicaciones", ya que él incluso "dejó una nota a su empleada doméstica pidiéndole comida para el día lunes, así que lo que ha sucedido desde el día sábado al día domingo ha sido muy grave para que el fiscal decida quitarse la vida, si es que se la quitó".
"No sé si alguien lo obligó a suicidarse, si es que esa posibilidad existe. Desconozco la mente de un suicida", comentó Knoblovits, quien ayer, junto a los líderes de la DAIA y la AMIA participó en la reunión con el jefe de gabinete argentino, Jorge Capitanich; con el ministro de Justicia, Julio Alak; y con el secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández, en la que exigieron que se desarrolle una "investigación exhaustiva".
"La injerencia del poder político en el Poder Judicial está muy reflejada en la causa AMIA (...) Desde que la causa explotó –cuando explotó nuestro edificio- esto está contaminado por la política: por los presidentes, por los servicios de inteligencia (...) Siempre estuvo contaminado de una u otra manera por las fiscalías, atravesada por pistas falsas, pistas internacionales; altísimamente contaminado", explicó.
"A nosotros nos dijo Cristina Fernández de Kirchner en una entrevista hace dos años que ella no cree en la pista iraní... Bueno, yo no sé qué potencial tiene un presidente para creer o descreer de una pista que está en manos del Poder Judicial", ejemplificó.
¿Punto de quiebre?
Knoblovits contó a Cooperativa que ayer, durante la tarde, se registraron "manifestaciones espontáneas en la calle" en diversas ciudades argentinas, donde "la gente golpeaba las cacerolas desde los balcones".
"Esto indica que la gente está disconforme, que la gente necesita tener otra conducta de parte tanto de la oposición como del Gobierno", reflexionó, descartando, no obstante, que lo sucedido vaya a producir algún cambio en el panorama político trasandino.
"Esto a mi criterio no es un punto de quiebre de nada, porque Argentina tiene un pueblo que es muy tolerante (...) La paciencia argentina parece que es infinita", lamentó.
La especulación de Fernández
El secretario de la DAIA también comentó la carta que publicó anoche en Facebook la presidenta Cristina Fernández, en la que manifestó una serie de sospechas en torno al "¿suicidio?" (sic) de Nisman.
Según explicó, en la misiva la mandataria apunta "al Servicio de Inteligencia, que fue descabezado hace casi un mes, y a un famoso espía que era aliado de Nisman en la Fiscalía, Jaime Stiusso".
"Yo no quiero meterme en una guerra de espías, porque la historia sería más escandalosa, (...) pero (Cristina Fernández) claramente apunta a que Nisman respondía a órdenes de un sector del Servicio de Inteligencia", ente que "tiene un poder altamente independiente" y cuyos jefes "históricamente se han descontrolado" por su "alto poder político y militar, lo que es terriblemente peligroso", indicó.