El miércoles 14 de febrero dio inicio el juicio oral contra Francisco Sanhueza, el chofer de TurBus que protagonizó un accidente carretero que cobró la vida de 19 personas en Mendoza.
En febrero del 2017 fallecieron 19 personas y otras 20 quedaron heridas luego de que el bus, conducido por Sanhueza, volcara en la Ruta 7 a solo dos kilómetros del límite fronterizo en la curva El Yeso.
Martín Sevilla, abogado querellante que representa a cinco víctimas, aseguró que la maquina iba a un exceso de velocidad "evidente", por lo tanto, la razón del accidente fue una "acción humana temeraria".
"Se presentaron pruebas sustanciales que han determinado con certeza que Sanhueza condujo el colectivo a 97 kilómetros por hora al momento del accidente, por lo que se puede afirmar que las causas del hecho fue una acción humana temeraria y esperamos que el martes pueda haber una sentencia", afirmó Sevilla.
Los peritos han señalado hasta el momento que Sanhueza manejaba a 100 kilómetros por hora en una curva dónde solo se permitía como velocidad máxima 40 kilómetros por hora.
El juicio oral por la tragedia comenzó el miércoles 14 y se extenderá hasta el próximo martes 20 de febrero en la Octava Cámara del Crimen de los Tribunales de Mendoza.
Las disculpas a los afectados
Francisco Sanhueza pidió el perdón a los afectados, y enfatizó que al momento del accidente fue encandilado por otro vehículo, lo que le hizo perder el control del autobús.
Alfredo Olivera, que perdió a tres familiares en el accidente, señaló que era momento de cambiar el método de trabajo y que la cadena perpetua era lo que ellos esperaban.
"Yo creo que es momento de que cambiemos la mentalidad de la sentencia, la metodología de trabajar y estar a la deriva de lo que él diga. La negligencia estuvo, el transportaba gente y no creo que pueda volver a traer a los fallecidos", comentó Olivera, quién además agregó que "él me sentenció a la cadena perpetua de no ver más a mis familiares".
Francisco Sanhueza está acusado por homicidio simple de 19 personas además de lesiones graves y leves, por lo que arriesga entre ocho y 25 años de cárcel.
