La asociación humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo anunció este lunes la restitución de la identidad de la nieta desaparecida número 117, cuyo nombre no se dio a conocer, nacida en cautiverio en 1978 durante la última dictadura argentina (1976-1983).
En una conferencia de prensa, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, anunció "con enorme alegría" que se encontró a la hija de Walter Hernán Domínguez y Gladys Cristina Castro, desaparecidos en diciembre de 1977 en la provincia de Mendoza (oeste).
El joven matrimonio, ambos militantes del Partido Comunista, fue secuestrado por fuerzas de la dictadura en su casa de la localidad mendocina de Godoy Cruz, cuando ella cursaba el sexto mes de embarazo, y nunca más se tuvo noticias de ellos.
Domínguez, de 22 años en el momento de su desaparición, había estudiado arquitectura y trabajaba como conductor de autobús, mientras que Castro, de 24, había cursado diseño y trabajaba en una panadería.
"Bienvenida nieta 117 y por muchos nietos más", expresó la titular de la organización, que compareció acompañada por las dos abuelas y el tío paterno de la nueva nieta recuperada.
"Todavía no sabemos ni cómo se llama. Tiene muchos tíos, muchos primos... ojalá que se sienta bien entre nosotros", expresó emocionada María Assof de Domínguez, abuela paterna, quien recordó entre lágrimas la búsqueda de su hijo.
"Nuestros hijos sabían el peligro que corrían, pero igual luchaban por un país mejor y eso les costó la vida", recordó.
En tanto la abuela materna, Angelina Catterino, expresó: "Será dentro de poco que pueda conocer a mi nieta, si Dios quiere".
La nieta recuperada 117 -de 37 años y cuyo nombre no se ha difundido para respetar su proceso personal- fue informada el pasado jueves por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) del resultado positivo del test de ADN al que se había sometido para despejar dudas sobre su identidad y recibió con "beneplácito" la noticia, según transmitió la asociación.
El inicio del caso se remonta a 1994, cuando el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza envió a las Abuelas una denuncia anónima sobre una joven nacida en marzo de 1978 que apareció en el hogar de una pareja mayor, de un día para otro.
La denuncia fue derivada en 2009 a la Conadi, que en febrero de este año contactó a la mujer para explicarle que contaban con información que apuntaba a que podía ser hija de desaparecidos.
"A pesar de haber sido inscrita como hija propia", la nieta 117 "sabía que no era hija biológica de quienes la criaron, pero nunca pensó en acercarse a Abuelas", según informó Carlotto.