"Usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos", dijo el ex dictador, ya condenado a cadena perpetua.
Afirmó que las sustracciones de menores fueron "acciones autónomas" y no correspondieron a un "plan sistemático".
El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla justificó el robo de bebés cometido por agentes del régimen de facto (1976-1983) al afirmar que las madres de éstos eran "terroristas".
"Las parturientas aludidas por la querella, aludidas por las fiscalías, a quienes respeto como madres, eran activistas y usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos al momento de operar como combatientes", dijo Videla en el marco de un juicio oral que se lleva a cabo en el país vecino hace un año y medio a propósito del robo de bebés de los detenidos desaparecidos.
Las detenidas embarazadas eran "militantes activas de las maquinarias del terrorismo", dijo Videla al hacer uso de la palabra en el juicio, cuyo veredicto se conocerá el próximo 5 de julio.
En la audiencia, efectuada durante la pasada jornada otros acusados optaron por el silencio, como el también ex gobernante de facto Reynaldo Bignone, consignó Clarín.
 |
| Videla dijo que los procesos en su contra son una "revancha de quienes, tras ser militarmente derrotados, ocupan hoy cargos de Gobierno". |
En su declaración Videla negó la existencia de un plan para apoderarse de los hijos de las víctimas de la dictadura que se encontraban embarazadas.
"En realidad no hubo un plan sistemático, y sí existieron en cambio acciones autónomas y sistemáticas. Si la sustracción de un menor tuvo lugar no respondió a una orden y a una convalidación explícita encuadrada en un plan sistemático emanada de las autoridades superiores en los años de la guerra antiterrorista", sostuvo.
"Lo más grave es haber enrostrado al Ejército de manera indirecta la autoría de un plan que no existió. Es mi deseo reivindicar al Ejército argentino respecto de este agravio irracional y gratuito", agregó.
Críticas a las autoridadesEn la citada causa hay un total de 18 imputados y para Videla -ya condenado a cadena perpetua en otros juicios y recientemente trasladado a una cárcel común por orden de Gobierno de Cristina Fernández- se pide una pena de 50 años de cárcel.
El ex dictador repitió ayer nuevamente que no reconoce la autoridad de la Justicia y que debe ser juzgado por la Justicia Militar, pese a que esa figura ya no rige más para casos de derechos humanos.
Calificó a este juicio como "una farsa" y se consideró a sí mismo como un "preso político".
Videla también disparó contra el kirchnerismo, al afirmar que "se pretende, a través de la sentencia, homologar una decisión política adoptada con sentido de revancha por quienes después de haber sido militarmente derrotados ocupan hoy cargos en el Gobierno".
